Estás en casa relajadx en el sofá mientras vas pasando reels o tiktoks en tu móvil. De repente, te aparece un vídeo de alguien que te explica todo lo que estás haciendo mal con tu vida: vives de placeres inmediatos y adictivos y tu dopamina se activa por cualquier cosa.
Revisar el móvil constantemente, comer azúcar o carbohidratos, salir de fiesta y beber alcohol. Todo eso ha atrofiado tu dopamina, por lo que la mejor receta es hacer un “detox” de esta “hormona” y evitar el sentimiento de retribución inmediato. Para salir de este círculo vicioso, tienes que dejar de hacer todas esas cosas durante días o incluso semanas. ¿Te suena este discurso? ¿Tú también lo has visto?
Bueno, pues es normal que nos interesemos por este tipo de recetas. Que queramos mejorar nuestro día a día y sentirnos productivxs y más concentradxs. Pero, ¿hasta qué punto las “dietas de dopamina”, “ayuno de dopamina” o “detox” son realmente útiles? Lo cierto es que no hay ningún tipo de evidencia científica que apoye este método.
El mismo concepto de “desintoxicación de dopamina” es científicamente incorrecto y parte de una concepción muy simplista del cerebro. La dopamina no es una hormona, sino un neurotransmisor básico del sistema nervioso central, y no es dañina. Se la conoce como el neurotransmisor del deseo y de la motivación. Cuando liberamos dopamina, sentimos la motivación para buscar el placer. Es como si nos empujara para obtener eso que nos gusta.
El cuerpo humano produce naturalmente dopamina, incluso cuando no estamos expuestxs a ciertos estímulos. Por eso, a pesar de que dejemos de hacer ciertas actividades, no podemos neutralizar la dopamina o controlarla voluntariamente.
Sin ella, nuestro cerebro dejaría de funcionar
Es cierto que la dopamina está relacionada con las adicciones a las drogas. La dopamina estimula que queramos la droga, incluso cuando esta ya no nos produce nada (porque ya la toleramos) o nos produce dolor (por las consecuencias negativas de tomarla).
Sin embargo, si realmente no tienes una adicción diagnosticada al móvil, al azúcar o al sexo, no tienes ningún problema con tu dopamina. Y aunque tuvieses una adicción, es imposible hacer un ayuno de dopamina, porque sin ella el cerebro dejaría de funcionar.
La moda del detox de dopamina empezó en Silicon Valley, donde el psicólogo Cameron Sepah la recomendaba a los pesos pesados de las grandes tecnológicas. De ahí se popularizó, hasta llegar a nuestro feed.
Aunque el concepto sea científicamente equivocado, no quiere decir que no nos podamos sentir mejor si dejamos de hacer ciertas actividades sedentarias. La ciencia sí ha demostrado que tener una vida activa, hacer deporte, comer saludable y variado y tener una vida social sana aumenta nuestro bienestar.