La moda de tatuarse pecas en la cara, ¿es seguro?

Todo lo que tienes que saber sobre este procedimiento

Los tatuajes faciales son una tendencia muy presente en TikTok desde hace unos meses. Decenas de vídeos inundan la red social mostrando a chicas y chicos después de acudir a un tatuador para cubrirse la cara de pecas. El deseo intenso de tener una cara que se parezca a la de Emma Watson o Emma Stone puede conducirnos a optar por este tratamiento, aunque pueda parecer doloroso.

La tendencia empezó con las pecas hechas con henna, pero parece haber evolucionado a este tipo de tatuajes semipermanentes que prometen resultados hiperrealistas. El más conocido es el “microblading”. Lo conocemos porque también sirve para definir y realzar cejas que ya estaban despobladas, pero también para aumentar el rubor en la cara o el color rosa de los labios. Como en estos casos, el procedimiento para tatuarte pecas en la cara tiene que llevarlo a cabo un tatuador profesional y certificado en cosmética.

El patrón de las pecas se crea utilizando un motor giratorio, es decir, con una máquina, o una sola aguja con pigmento de tatuaje para perforar repetidamente pequeños agujeros en la cara. Los efectos secundarios a corto plazo son la hinchazón, picazón y enrojecimiento.

Hay todo tipo de colores que se pueden usar, aunque normalmente se utilizan tonos fríos o cálidos dependiendo del tono de piel de los clientes, así como un variedad de diferentes profundidades dependiendo de qué tan claro u oscuro sea el tono de piel de la persona que se somete al tratamiento. El tiempo de curación puede ser desde unos pocos días hasta dos semanas después de completar el tatuaje.

”Siempre comienzo mis citas para las pecas evaluando su piel. ¿Ya tienen pecas? ¿Su piel es grasa o seca?”, explica Sarah Killen de Killen Ink Beauty a la revista Byrdie. Cuenta que es importante conocer el tipo de piel de las personas y si les salen pecas con facilidad al sol, ya que los tatuajes se verán diferentes con la cara llena de pecas cuando llegue el verano. Las pecas tatuadas requieren un mantenimiento regular debido a la naturaleza del pigmento que se desvanece.

Según un artículo de The New York Times, el procedimiento de estas pecas artificiales dura alrededor de una hora y es menos doloroso y permanente que un tatuaje tradicional. Suele quedarse entre ocho meses y dos años, dependiendo del tipo de piel, la exposición al sol y la frecuencia con la que la persona se exfolia, y el costo comienza entre 200 y 500 dólares, dependiendo de la propina, la ubicación y la cantidad que recibe la persona.

Así que en realidad, este procedimiento es seguro y puede ofrecer interesantes resultados para lxs que quieran lucir una piel con pequitas todo el año.