Las palabras siempre han sido algo más que palabras. La forma en la que se usan y su significado dicen mucho de la gente. Y en un 2025 en el que conviven tantas generaciones esto es más cierto que nunca: para las anteriores ser muy madre significaba ser una pesada que está todo el día detrás de ti diciéndote cómo hacer las cosas de una manera específica, pero para la Z, para ti, significa ser una persona inspiradora. Tu uso del término te define. Te une a tu generación.
Ese es solo un ejemplo, pero hay muchos otros términos Z que actúan como una herramienta cultural y un pegamento social. Del estar living al aesthetic y pasando por el slay, las vibes o la badalada, un nuevo término que ya circula por todos lados y que habla de romper con los códigos beauty, con sentirte suficiente y hot siendo quién eres. Son expresiones que chillan gen Z y TikTok. Porque el lenguaje es un reflejo de lo que se es.

Códigos colectivos que te hacen más único
Si el lenguaje refleja parte de lo que eres y tú utilizas el mismo lenguaje que el resto de gente de tu edad, ¿significa eso que eres un NPC más sin demasiada personalidad? La realidad es que no. Porque estos servir coño, main character energy, coquette, potaxie, fife, badalada, y demás expresiones, son los códigos de partida de una unión y unos diálogos que cada persona interpreta a su manera. De hecho, esta es precisamente la esencia badalada que tanto nos gusta: la de brillar con estilo propio. Sin cánones. Un “I can buy my on flowers” en toda regla.

Pero para hablar hay que manejar un lenguaje común. Y el Z está claro que es muy rico, muy global y muy cambiante. Y no es para nada raro: nos ha tocado vivir en un mundo frenético donde la incertidumbre está en su prime y el futuro parece buguearse una y otra vez. Entenderlo es complicado tratando de utilizar las palabras que utilizaban quienes estaban aquí antes. Porque este ya no es el mundo que ellos tuvieron que afrontar. Es otro. Y son necesarias palabras propias que ofrezcan una perspectiva nueva.
A tu jefa nunca le funaron durante la adolescencia porque no estaba en internet. Tus padres no tuvieron que lidiar con ningún stalker porque no tenían redes sociales. Y la gente no se atrevía a ser badalada porque aún pesaba demasiado ajustarse a los estándares de belleza de la sociedad. Era otra época. Y, ahora, la realidad es muy distinta; una en la que tu grupo de amigas te anima a ser badalada. A destacar por quién eres. A gustarte y quererte y ser tu propia GOAT sin bajarle el precio a las demás. Es lo más bonito.

‘Badalada’: ¿el término Z de 2025?
Ser badalada es una vez más mucho más que un simple término. Que esté surgiendo y rompiéndola este 2025 —después de un año en el que voces como la de Chappell Roan, la de Sabrina Carpenter, la de Charli XCX o la de Taylor Swif han alcanzado su peak y conquistado el pop mundial—, no es casualidad. Es de nuevo el reflejo de que algo se mueve entre la gen Z. Un pellizco de amor propio. Unas ganas locas de petarlo con el estilo más auténtico. El tuyo. El que te hace única. De decir aquí estoy yo.