Tener una buena relación con nuestros padres y nuestrxs hermanxs no siempre es fácil. Unas relaciones fuertes y estables nos pueden traer bienestar y ser fuente de felicidad y apoyo. En las múltiples variables que determinan unas dinámicas sanas entre hermanxs hay una que aparece muchas veces: la comparación. A pesar de que es normal compararse con tus hermanxs e incluso sentir envidia, si es muy intensa o se extiende en el tiempo puede terminar pasándonos factura. Quizá tú también has sentido que tus padres gastan más dinero en tus hermanxs que en ti. Hay que analizar bien si esa percepción está bien fundamentada o solo es una sensación tuya. Puede haber distintas razones por las que tus padres gastan más en algunx de tus hermanxs y en las que puede ser correcto.
La mayoría de padres se esfuerzan por tratar a sus hijxs por igual. El impacto negativo de un trato preferencial de un padre o una madre hacia un hijx puede ser profundo y duradero. Pero a veces, lograr el equilibrio perfecto en términos económicos no es realista, y en algunos casos, ni justo ni correcto.
Las circunstancias económicas de tus padres pueden cambiar con el tiempo. Quizá cuando nació tu hermanx, no había crisis económica y pudieron gastar más en actividades extraescolares. O al revés, ascendieron a tu madre cuando a tu hermanx pequeño le tocaba ir a la universidad y pudieron pagarle los estudios en otra ciudad.
Dificultades vitales
De la misma forma, a veces unx de los hijxs puede tener dificultades en el instituto o en la universidad y necesita que sus padres le paguen clases de refuerzo o apoyo adicional. Los padres pagarán más por eso que si su hijx no tiene ningún problema de aprendizaje. También puede pasar que un hijx demuestre una aptitud única para un deporte, un instrumento musical u otra actividad, para la que los padres destinarán más recursos.
En el caso de cuando ya somos más adultxs, está bien si nuestros padres les dan más apoyo a nuestrxs hermanxs si están pasando por un mal momento. Si tu hermanx tiene problemas de salud mental y necesita ir al psicólogo, o acaba de perder su trabajo y necesita volver a casa de tus padres, es normal que quieran ayudarle.
Ahora, es cierto que si esa dependencia financiera se sostiene a largo plazo puede ser un problema. Además, es importante que hables con tus padres si crees que esta situación es injusta. Si hay desigualdades muy pronunciadas entre hermanxs, es mejor hablarlo e incluso diseñar un plan para que cuando tú lo necesites notes el apoyo de ellos. Es cuestión de entender las distintas necesidades y capacidad económica de tu familia. Y siempre, que la comunicación esté en el centro.