Así afectan los aranceles de Trump a tu bolsillo

La guerra comercial ha comenzado y tú también vas a pagar los platos rotos

La guerra comercial iniciada por Donald Trump contra el resto de países del mundo va muy en serio. Como ya venía amenazando todas estas últimas semanas, su ejecutivo ha impuesto aranceles a los productos que vienen de China o de Europa. Y, obviamente, como el ataque que es, ya está recibiendo respuesta por parte de la Unión Europea: el pasado miércoles decidió fijar gravámenes a productos procedentes de EEUU como los agrícolas, los textiles o los del sector de los electrodomésticos. Y sí, como todas las guerras, esta también te acabará jodiendo a ti: tu cuenta bancaria se va a resentir.

Porque los precios de estos productos van a subir inevitablemente. ¿La razón? Las empresas no van a ceder a una disminución de sus beneficios y lo que harán será vender más caro para que el coste de los aranceles no recaiga en ellas sino en lxs consumidorxs. Como apuntan desde la Cadena Ser, “dentro de unos meses, cuando se acaben las existencias de productos que ya estaban comprados, cuando vayamos a comprar desde unos vaqueros hasta un coche todo va a ser más caro en las tiendas”. O te dejas más sueldo de lo normal en productos estadounidenses o te pasas a otras marcas.

Esto último ya está pasando. Incluso antes de que los efectos de la guerra arancelaria se hagan notar. Como ya te contamos ayer, tanto en Canadá como en Europa está creciendo un sentimiento de boicot contra productos y servicios procedentes de los Estados Unidos. No porque nadie tenga nada en contra del estadounidense promedio. Simplemente porque Trump está en modo salvaje y hay que frenarlo como se pueda. En este sentido, la agresiva política de aranceles del nuevo presidente puede hacer que el boicot se extienda más y más hasta afectar gravemente a su economía.

¿Pero por qué Trump hace todo esto? ¿De verdad beneficia a su país? ¿O solo a la élite? ¿Es simplemente una batalla de patriotismo barata? Ni idea. Lo que está claro es que va a tener consecuencias tanto a nivel global como a nivel individual. Lo que Trump hace a 6.000 kilómetros de aquí te perjudica. En tu consumo. En tus ahorros. En tus vacaciones. Incluso puede provocar un maremoto macroeconómico de tipo recesivo si sus medidas siguen la vía de la confrontación y la competitividad sin escrúpulos. O dicho de otra manera: los trabajos de la gente también están en juego.

Y lo peor de todo es que no parece tener una idea clara de qué quiere hacer. El martes de esta semana, tras haber amenazado con duplicar los aranceles adicionales al acero y al aluminio canadiense, dio marcha atrás cuando el gobierno canadiense frenó la subida a gravamen que aplica a la electricidad que envía a Estados Unidos. Es un sinsentido. Una especie de pelea de colegio con todo el mundo. Unas medidas críticas que afectan a cientos de millones de personas pero que son tomadas por un señor caótico. Acuérdate de él la próxima vez que te pilles unos Levi’s.