‘Fukutsudzi’, la práctica japonesa para sanar tu espalda

Y de regalo te llevas una mejor postura y una tripa más plana

Tu espalda sufre. Quizás sea por la extraña postura que adoptas cuando te sientas en tu silla de escritorio para estudiar o teletrabajar. Quizás por la manera en la que te tumbas durante horas en el sofá para glotonear capítulos. O quizás por las acrobáticas posiciones sexuales con las que has estado experimentando últimamente. Da igual. La cuestión es que estás un poco jodidx y ansías un remedio casero que pueda servir para aliviar esas molestias. ¿Has oído hablar del fukutsudzi? Se trata de un conjunto de estiramientos desarrollados en Japón que, cuentan lxs que lo han probado, reduce los dolores de espalda inmediatamente. ¡Y solo demanda cinco minutitos de nada de tu día!

¿Quieres probarlo? Lo primero que tienes que hacer es pillar una toalla. Será el único ítem que necesites para practicar bien el fukutsudzi. En concreto, escriben desde Telva, “hay que enrollar la toalla de manera que forme un cilindro apretado y consistente que no haya que estar sujetando todo el tiempo ni recolocando durante el ejercicio”. Una vez tengas este rodillo improvisando listo, colócalo en el suelo (o sobre una esterilla si tienes en casa) de manera horizontal para poder tumbarte boca arriba encima. Pero muy importante: el rodillo debe quedar a la altura de tus lumbares aproximadamente. Más o menos en paralelo al ombligo. Ese es el punto clave de la postura.

Beneficios de practicar el ‘fukutsudzi’

”Desde esa posición, hay que separar ligeramente las piernas de manera que los pies se alcancen y toque entre sí por los dedos gordos, nunca por el talón. Manteniendo la postura, falta elevar los brazos por encima de la cabeza de manera que se puedan situar las palmas de las manos sobre el suelo, procurando que los meñiques se toquen entre sí”, terminan de explicar en dicho medio. Con que aguantes unos minutitos en estado fukutsudzi será suficiente tanto para disminuir las molestias de tu espalda como para mejorar tu postura y evitar que aparezcan más dolores en el futuro. Ah, y de gratis, por la cara, te llevas una tripa mucho más plana. El bonus que te faltaba.

Obviamente no es por una pérdida masiva de calorías. El fukutsudzi es bastante light. No te cansará demasiado. El motivo oculto por el que la gente que lo practica descubre un día, mirándose en el espejo, que tiene la tripa menos hinchada es la física. “Al corregirse la postura, el abdomen deja de comprimirse y abultarse: las cadenas se mantienen estables y la columna recta, por lo que la tripa se expande en su estado natural”. A diferencia del alivio de los dolores de espalda, esta mejora adicional requiere de una práctica continuada del fukutsudzi y no la conseguirás el primer día de inmediato. La postura no se hizo en dos días. Pero persevera. Merece la pena.