Basta con hacer una búsqueda en Tiktok para encontrarte un montón de chicas que te explican su experiencia pinchándose los labios u operándose la nariz. Lo cierto es que lo que antes era “raro”, como el hecho de recurrir a la medicina estética, ahora cada vez es más común.
Someterse a la medicina estética no implica directamente tener que operarte. La mayoría de tiktokers que explican su experiencia es a raíz de haberse inyectado ácido hialurónico en los labios para conseguir que tengan un mayor tamaño. También es fácil encontrarse con chicas que están en sus primeros treinta y ya se pinchan botox para “prevenir las arrugas”.
@carolynnna Ig// carolynmoura
♬ sonido original - carolinamoura
Al hablar de los retoques estéticos cabe decir que no tienen que ser un motivo por el cual juzgar a las personas, pues muchas veces es la manera que se tiene de lidiar con determinadas inseguridades que la misma sociedad ha generado. Ahora bien, eso no tiene que impedir ser críticos con una industria que, cada vez, nos hace sentir peor con nuestros rostros y cuerpos y nos impulsa a gastar nuestro dinero para, supuestamente, mejorar.
Lo cierto es que la mayoría de influencers que hablan de sus retoques estéticos comentan cómo fue todo su proceso, el precio que tuvieron que pagar y a qué clínica fueron. Incluso hay chicas que documentan todo el proceso. Hay muchos vídeos en Tiktok donde se puede ver el día a día después de una rinoplastia, con los moratones que deja y la incomodidad de tener la nariz taponada los primeros días.
Pero hay pocas influencers que hablen del “lado malo” de la medicina estética. Y no nos estamos refiriendo a la incomodidad el postoperatorio o los posibles riesgos de pasar por un quirófano o pincharse algún producto de mala calidad. Si no de las consecuencias que genera a nivel mental.
@roxanazurdo Cuanto habcostado mi rinoplastia, me lo habeis preguntado mucho y la sinceridad por delante
♬ sonido original - RoxanaZurdo
En su perfil de Tiktok, Carolina Moura (@carolynna) relata los retoques que se ha hecho. En su caso, comenta cómo se ha pinchado tres veces los labios con ácido hialurónico. Más allá de relatar que durante el primer pinchazo se pasa mal y pueden salir moratones, también habla de cómo eso afecta a tu mente.
La influencer relata que estos cambios distorsionan la manera en que te autopercibes. “Hay diferencia en cada pinchazo. Ese el primer defecto: que no te vas a ver igual en cada pinchazo, cada vez que te pinches será un poco diferente”, explica la joven. Este hecho acaba generando “obsesión” por cómo te ves, pues al final tú te concibes de una manera, pero no es fija, pues el ácido hialurónico acaba bajando.
En consecuencia, cuando ya se empiezan a deshinchar los labios te empiezas a rayar porque ya no estás igual y crees que no te ves bien. Acabas desarrollando la necesidad de pincharte continuamente para cumplir con esa imagen mental tuya. Por lo que Carolina recomienda que “si lo vas a hacer, estés seguro. Ganarás muchas cosas, pero nadie habla de lo que pierdes”.