El día en que poner una lavadora entre semana o encender el aire acondicionado sería cosa de millonarios ha llegado. En la jornada de hoy los precios de la luz alcanzarán un nuevo máximo histórico al situarse en los 106,57 euros el MWh. Para que te hagas una idea, España ya tenía una de las facturas de la luz más altas de toda Europa, pero en lo últimos días la cosa se ha encarecido un 34,6% más. Y todo ello a pesar de la rebaja del IVA de la luz del 21 al 10% aprobada el 24 de junio por el Gobierno.
Pero, ¿qué está pasando para que mirar la próxima factura de la luz se convierta en la peor pesadilla de 11 millones de hogares españoles? Pues una combinación perfecta y maligna de varios factores. Para empezar los precios del gas y de los derechos de emisión de CO2 están un poco por las nubes y para rematarlo, y por si no te habías dado cuenta, hace un calor que flipas. En plena ola de calor y con varios puntos del país superando los 40 grados la demanda de energía está desatada y con más demanda, mayor precio. El mercado, amigo.
Sin embargo, y lo más mosqueante de todo el asunto, es que el precio real de la energía tan solo representa el 24% del total, el resto corresponde a impuestos, el coste de transporte y distribución así como los costes asociados al fomento de las renovables. Vamos que pagamos de todo menos la energía en sí y el resultado es que la pobreza energética ya no es cosa del invierno, sino de todo el año y afecta a todxs menos a los ricos.
La cosa pinta tan mal que si todo sigue como hasta ahora es muy probable que la factura mensual media se sitúe en torno a los 84,35 euros, al menos eso dicen los datos de Facua-Consumidores en Acción. Es decir, 21,68 euros más de media que en julio de 2020 y 40 euros más que la media de los últimos 5 años. O sea que en plena crisis por la pandemia nos vamos a comer un aumento jamás visto, mucho peor que los picos de 2012 y 2017. Y, por si fuera poco, este año ya tuvimos la subida producida por los efectos de la tormenta Filomena en enero, cuando se alcanzaron los 95 euros por MWh.
Pero cuando parecía que el panorama de tus facturas este verano será muerte o muerte, se añade que el precio del butano se ha disparado hasta su máximo en seis años pasando a costar 12,09 euros la bombona a 15,37. Que dirás que no es mucho, pero es la primer subida que ha tenido el precio de la bombona en verano, cuando se suele gastar mucho menos en que invierno. Así que, hasta que los ministerios de Consumo y Transición Ecológica encuentren la solución milagrosa a nuestros problemas, la única alternativa que te queda es abrir las ventanas, ducharte con agua helada y rezar para que pase pronto la ola de calor. Buena suerte.