Microsoft podrá crear chats donde hablar con tus seres queridos fallecidos

Cogerán toda la información privada de nuestros chats, analizarán cómo nos expresamos, y nos resucitarán para que puedan conversar con nosotros más allá de la muerte

Dejamos muchísima información en Internet sobre quién somos, cómo somos, qué nos gusta, qué nos da asco, cómo nos comunicamos, cómo hablamos, cuáles son nuestros dejes y cuáles nuestras muletillas más recurrentes. Tanta información, que Microsoft ya ha desarrollado la tecnología para, una vez muertos, resucitarnos en una versión chat. Es decir, nuestros seres queridos podrían conversar con una inteligencia artificial que sea un clon de nuestra forma de comunicarnos, para sentir que están hablando con nosotros, como si nunca hubiéramos muerto.

Y no solo chat. Con la tecnología deepfake y la animación 2D y 3D, creen que podrían usar nuestras imágenes y vídeos para crear un modelo nuestro, con nuestros ticks y forma de hablar, para hacer mucho más realista esta resurrección digital. "La persona específica [a la que representa el chatbot] puede corresponder a una entidad pasada o presente o una versión de la misma, como un amigo, un pariente, un conocido, una celebrity, un personaje de ficción, una figura histórica, un entidad, etc.", explica la compañía. "La persona específica también puede corresponder a uno mismo por ejemplo, el usuario que crea / entrena el bot de chat”. Vamos, que se podrá chatear con cualquier persona usando su historial digital, desde tu madre hasta Donald Trump, pasando por ti mismx.

No se sabe si Microsoft empezará pronto con este producto, ni tan siquiera si lo comercializarán en abierto. De momento, solamente ha registrado la patente de la tecnología y el producto, para asegurarse de que nadie más se lucra con ello. Pero, como asegura el portal IGN, el documento es muy específico y apunta a que más pronto que tarde estará listo para ser comercializado.

Por supuesto, Microsoft no es la primera empresa en proponer la resurrección digital, aunque quizá es la que ha llegado más lejos como para crear chats íntegros donde traspasar una versión superficial del cerebro del muerto a un bot. Todas estas propuestas comerciales reabren el debate que ya inició Black Mirror: ¿deberíamos “curar” el luto con la tecnología? ¿O seguir como hasta ahora y que la muerte fuera algo definitivo? Por mucho que resucitemos una versión electrónica de nuestro ser querido, eso no le devolverá la vida. Lo que sí que hará, probablemente, será aferrar a los que se han quedado aquí a un clon digital que se le parece y que da una especie de confort irreal. Es decir, nada de superar el luto: con este tipo de tecnología podemos ocultar el dolor y nunca asumir la pérdida.

Otras opiniones aseguran que esta tecnología sirve para despedirse ante una pérdida traumática y hacer más fácil el proceso del duelo. Poder chatear cada cierto tiempo con el muerto puede permitir hacer el proceso más escalonado, como una especie de salvavidas en medio del mar de la desesperación de la muerte. Lo único que está claro es que el proceso psicológico de la pérdida es muy, muy complejo, y esta tecnología no debería distribuirse de forma libre, sino administrada por un terapeuta experto que la recete en situaciones concretas y con unos límites, para que nadie se quede atrapado en el pasado, usando este chatbot para no asumir la pérdida.