Una noche, en tu cama, estás viendo stories y, entre ellas, aparece una pregunta: "Es muy importante, por favor, ayudadme a decidir: V/M". Le das a la M y sigues. Con suerte, le mandas un privado a tu amiga para preguntar si está bien. Pero, al final, te das cuenta de que se ha acabado suicidando, que la pregunta iba en serio. Se ha matado, tenía 16 años y se estaba despidiendo.
Esta historia acaba de pasar en Malasia, según cuenta The Guardian. El 69% de los seguidores de la chica votaron a favor de la muerte y ella, al parecer, les hizo caso. Y ahora, un congresista ya pide que se acuse a quienes votaron por la muerte de incitación al homicidio. "¿Estaría hoy viva la chica si la mayoría de internautas de su cuenta de Instagram la hubieran disuadido de suicidarse? ¿Habría conseguido la llamar la atención para que sus seguidores la ayudaran a buscar la ayuda de un profesional?", se preguntaba el político.
Las preguntas que se hace él son las que nos invaden a todos: ¿qué tiene que pasar para que nos demos cuenta de que estamos dando a las redes sociales demasiado poder sobre nuestra intimidad? ¿Estaba intentando la chica solo llamar la atención? ¿Que le mandaran mensajes de cariño? ¿O era ya demasiado tarde y la decisión estaba tomada?
Una persona que llega al punto del suicidio, difícilmente lo comunica y es un situación que debe tratarse siempre tanto con especialistas como con las personas más cercanas. Pero cada vez asistimos con más frecuencia a escenas de muerte que se transmiten en directo o se anuncian antes en Internet. En febrero, Instagram anunció que lanzaba unas "pantallas de sensibilidad" para bloquear imágenes donde los usuarios aparecen hacíendose daño tras la muerte de una adolecente británica que había estado viendo este tipo de fotos antes de suicidarse a los 14 años.
"Tenemos una responsabilidad enorme de asegurarno de que la gente que usa Instagram se sienta segura y apoyada. Como parte de nuestros esfuerzos, urgimos a todo el mundo a usar las herramientas que permiten reportar contenido y contactar a los servicios de emergencia", dijo una portavoz de Instagram. Las aplicaciones podrán siempre intentar frenar imágenes y comportamientos nocivos, pero nosotros también tenemos que tener claro que no debemos confiarles nustra intimidad.
En Código Nuevo hablamos a menudo de lo perjudicial que es para tu autoestima depender del apoyo que recibes en forma de likes o comentarios en las redes. Lo importante de verdad es rodearte de gente de confianza con quien puedas mostrar tanto tus virtudes como tus carencias.