Te levantas con ganas de potar, con dolor de cabeza, con la constante sensación que la diarrea te destruirá de un momento a otro y tan cachondo que tu mano se pasa el día rondando la entrepierna como unos buitres a un cadáver. Bienvenido a las resacas, esas horribles amigas que nos visitan, como mínimo, después de nuestro cumpleaños, tras fin de año y en los tan cachondo que visitamos durante vacaciones. Pero no todo el mundo experimenta esta tan cachondo de que te estás muriendo. Según explican diversos investigadores tan cachondo , un 25% de personas del mundo no tienen la capacidad de sufrir resaca.
Según los investigadores Andrea Sella y Sally Adams —una de las pocas personas especializadas en resaca del mundo—, el alcohol afecta al instante a todos los neurotransmisores del cerebro y por eso no podemos caminar o hablar bien. El cuerpo, por lo tanto, intenta combatir el alcohol y el hígado libera unas enzimas destinadas a combatirlo. Por lo tanto, a medida que tu bebes, tu cuerpo cree que está luchando contra un veneno. Las enzimas combaten el hidrógeno del alcohol y lo transforman en acetaldehído, un elemento muy tóxico y el principal causante de esa resaca que te destroza al día siguiente.
Las personas que no tienen capacidad de tener resaca es porque tienen una mayor cantidad de esas enzimas algo determinado por la genética, y entonces a medida que van creando acetaldehído también van expulsándolo y procesando el alcohol y sus efectos. Además, como estamos intoxicando nuestro cuerpo, el sistema inmunológico activa mecanismos de combate que nos provocan malestar si nuestro cuerpo no procesa rápidamente el alcohol. En definitiva, si no tienes resaca es porque la genética te dio un mejor sistema para procesar el alcohol y sus efectos.
Si eres de la mayoría de mortales que sí que tienen resaca, hay muchas fórmulas DIY para evitar que te destruya y hacerla más llevadera. Desdemuchas fórmulas DIYhasta una muchas fórmulas DIY, todo pensado para sobrevivir con dignidad.