Un botón para ti y otro para tu pareja. Cuando quieras echar un polvo, le das. A tu pareja le llega una alerta. Si es recíproco, le da un toque, a ambos se os ilumina en verde y puede empezar la pasión. Si no quiere, le da durante cuatro segundos y así su pareja sabrá que no le apetece sin tener que rechazarle. Este es el funcionamiento de LoveSync, un dispositivo tecnológico que pretende “facilitar” el contacto sexual dentro de la pareja.
No hace falta ser un lince para darse cuenta que hay algo en este aparato que no está bien. ¿Por qué necesitas esto para pedirle a sexo a tu pareja? ¿Dónde queda la confianza y la comunicación? Según LoveSync, un 50% de las parejas tienen miedo a ser rechazadas. Es decir, iniciarían más contactos sexuales si supieran que su pareja no va a decirles que no. Así, bajo esta premisa, han empezado una campaña de micromecenaje a través de Kickstarter para recaudar 7.500 dólares y crear este proyecto que “ayudará a aliviar la frustración sexual dentro de la pareja”.
Aunque ellos hayan encontrado esta solución a este problema de frustración y miedo al rechazo, nosotros proponemos otro: comunicación, honestidad y educación emocional. LoveSync no es más que un sustituto, y bastante nocivo. Por varios motivos, además. Primero porque este producto se vende como si decir que no quieres follar es algo malo. Y no, todo el mundo está en su derecho a decir que no le apetece, y tu pareja debería entenderlo, respetarlo y, sobre todo, no tomárselo como algo personal. Quizá estás cansado y aunque tu pareja te pone y te gusta no tienes fuerza para empezar un contacto sexual satisfactorio.
Además, este producto pretende suprimir la comunicación y hacerla a través de un aparato tecnológico. Sin palabras, sin miradas, sin gestos. Todo a través de un botón. Así eliminan una parte fundamental de la pareja: la seducción, la comunicación y la complicidad. El contacto sexual muchas veces debe trabajarse e inducirse, y todos coincidiremos en que son primordiales los juegos previos y crear un ambiente erótico en el que sea apetecible. Por lo tanto, depender de un botón para dejar claro que te apetece mojar no es una forma de iniciar un contacto sexual. Es convertir tu relación en algo rutinario, en pura formalidad. Como quien pide cita en la Seguridad Social para ver cuándo le atienden.
A pesar de las críticas, los creadores del proyecto Ryan y Jenn Cmich, lo han defendido asegurando que ha hecho maravillas en su vida sexual y de pareja. Según ellos, una de las maravillas es que LoveSync permite, además de decir que quieres sexo, qué ventana de libido tienes: si hoy vas muy cachondo y te da igual cuándo follar o si solo quieres durante la próxima media hora porque luego estarás apalancado y te dará palo, como si pudieras conocer tanto tu cuerpo y automatizar tus necesidades sexuales. Es, por lo tanto, más de lo mismo: sustituir el contacto por la tecnología en cambio de trabajarlas en conjunto. Estás dándole el timón de tu relación a un gadget. Así que sí, si crees que LoveSync os será útil es porque tú y tu pareja habéis fracasado en la comunicación.