Una pregunta que estoy recibiendo constantemente en estos tiempos de confinamiento de muchos solteros es: ¿Y cómo ligaremos después? ¿qué ocurrirá? Lo primero que debemos tener presente es que después de período en que la posibilidad de tener citas se reduce a encontrarte ilegalmente con un amante en el supermercado, podemos sufrir una especie de bloque. De la noche a la mañana quedó parada la opción de encontrarse con alguien para tomar algo después de haber hecho match y ver que la conversación fluye. También está prohibido poderte acercar a alguien que te llama la atención en un bar o que unos amigos te presenten a alguien y de repente te des cuenta que hay algo.
Ante el bloqueo y el parón de los lugares donde normalmente conocías gente bares, gimnasios, conciertos y un largo etcétera debes adaptarte, aceptar la situación sin resignarte ni frustrarte y buscar vías para poder seguir tonteando con la gente.
La aceptación significa centrarte en buscar qué puedes hacer ante lo que te está ocurriendo. Si buscas una actitud proactiva e intentas extraer un aprendizaje, podrás ver las cosas con perspectiva y no pretenderás cambiar la situación. Más bien intentarás llevarla de la mejor manera posible y ahora mismo se trata de eso. En cambio, la resignación se centra en la pregunta de ¿por qué me ha pasado esto a mí? y hace aparecer las actitudes de rendición, victimismo y pasividad, sin buscar un aprendizaje, ni gestionar las emociones. Simplemente se espera a que pase siendo el sufrimiento el centro.
Si estabas en el mundo online lo mejor es sustituir el café presencial por el virtual, si ibas al gimnasio intenta apuntarte a sesiones grupales online donde hay contacto con todos los de la clase, si un amigo quería hacer una cena con gente nueva que la haga online, etc. Es fundamental evitar la sensación que tu vida emocional respecto a conocer a alguien se ve bloqueada o parada, cada situación tiene sus aspectos positivos y negativos así que quizás si lo intentas te das cuenta que no es una opción tan mala como te imaginabas.
Al hacer estos pasos también consigues varios retos y beneficios. El primero es no perder la práctica, muchas veces cuando dejas de hacer algo durante un tiempo aparece la inseguridad, los miedos, así que toca hacer mantenimiento. También consigues adaptarte, trabajar tu flexibilidad mental, un aspecto básico para la seguridad y el bienestar, aprender a salir de la zona de confort. Y, por último, al seguir manteniendo los contactos y seguir conociendo gente, cuando el confinamiento termine sólo te quedará pendiente la cita presencial y no te tocará empezar de cero.
Pero, ¿qué ocurrirá con el contacto? Lo primero a diferir es que cuando salgamos nada será como antes, por tanto, el primer trabajo a hacer es eliminar las expectativas, el esperar que todo siga igual. Tardaremos mucho tiempo en normalizar el contacto humano, tocará adaptarse a un nuevo estilo de citas junto con nuevas vías de conocer gente porque quizás las vías presenciales como las que he nombrado antes gimnasios, playas, conciertos, etc. se verán limitadas y toca confiar más en el mundo online y de las apps. Y las citas quizás no son tan de contacto inicialmente, quizás en vez de centrarte en el contacto corporal te centrarás más en conocer psicológicamente al otro y luego pasar a los aspectos más íntimos, quizás ese primer beso aparece en citas más avanzadas o el sexo queda relegado a posteriores encuentros.
Lo que tampoco debes hacer es generar un pánico y un miedo generalizado al contagio porque si es así ni vivirás ni tendrás la posibilidad de conocer a nadie. Debes tener precaución y cautela, pero no llegar al bloqueo y al asilamiento. Todo el mundo irá con cierto pánico al inicio, pero lo más importante es que lo identifiques, que veas los miedos que hay detrás e intentes analizar si son miedos reales o imaginarios y exagerados, es básico aprender a plantearte si los miedos los estás generando tú mismo añadiendo ideas y pensamientos negativos o son miedos reales y racionales. Si son miedos imaginarios lo mejor es evitar darles vuelta, buscar cambiar de pensamiento e identificarlos para evitar centrarte en ellos, en cambio, si son miedos reales el mejor ejercicio es que te plantees qué puedes hacer para que no te domine, qué depende de ti.
Por tanto, las tres recomendaciones básicas son:
1.- Intenta seguir ligando durante el confinamiento, adáptate a las circunstancias.
2.- Acepta que nada será como antes, las citas cambiarán, evita las expectativas.
3.- Intenta tener precaución y cautela cuando el confinamiento termine, pero no cojas miedo ni evites las citas.