Huele a incienso o a velas. Me llega un calorcito desde la sala a la que me dirijo. Oigo algunas voces pero no consigo entender específicamente lo que dicen, creo que se están saludando. Al entrar veo un círculo formado por sillas, algunas de ellas están ocupadas. Saludo de forma general y me empiezo a sentir un poco incómoda Son los nervios, pienso. Antes de entrar escribo mi nombre en una pegatina que ahora llevo pegada sobre el suéter. Observo que, algunas personas, miran mi nombre. Yo también aprovecho para mirar los nombres de la gente a mi alrededor. Algo está sucediendo: los ojos comienzan a detectar el aspecto de los demás. Eso es así. La mirada se posa en aquellas personas que, para cada unx, son más atractivas. Es lo que podríamos llamar una primera selección.
Estoy en un taller que imparten en Sex Academy que se titula Seduction Party, seremos 17 personas realizando dinámicas y aprendiendo a ligar y a seducir. Al principio nos presentamos diciendo nuestro nombre, algo que nos defina y algo que nos encanta, así podemos saber algo más de cada una de las personas. Lo primero que hacemos es una especie de ronda de speed dating para conocernos un poco más, tenemos solamente dos minutos para intercambiar información. Este contacto es divertido y aprendo cosas de los demás que me resultan atractivas, más allá de su físico, claro.
La seducción ¿innata o aprendida?
Para seducir hay que tener en cuenta que es una técnica que puede ser innata y también aprendida. Naturalmente viene insertado en nosotrxs esta forma de acercarnos a los demás cuando alguien nos atrae pero pueden existir momentos en los que no sepas cómo actuar y gestionar lo que sientes. Para estos casos se puede iniciar lo que es aprender a seducir. Y para ello, como explicaban en el taller, hay que centrarse —y al principio— en exactamente qué es seducir.
La seducción es sugerir, insinuar, dar a entender sin mostrar en exceso, es decir, con sutilidad. La seducción es generar interés en la otra persona, persuadir, jugar, relacionarse y comunicarse. Para poder conseguir un equilibrio en el punto de la sutilidad, hay algunos puntos que entran en juego. Cuando alguien nos atrae, lo primero que sucede es que esa persona nos ha entrado por los ojos, es decir, su aspecto físico nos agrada. Ese punto ya está ganado. A partir de ahí entran en juego el lenguaje ya sea corporal o verbal, la actitud de la persona y la seguridad que tenga en sí misma.
Ahora bien, no podemos dejar de lado que existe una diferencia entre hombres y mujeres. De esto solamente se puede hablar en general, porque cada persona es muy diferente. A rasgos genéricos es importante saber que los hombres reconocen cinco tipos de mensaje. Esto quiere decir que, cuando observan a alguien que les gusta y esa persona 'lanza' ciertos mensajes a través de su lenguaje corporal, los hombres detectan aproximadamente cinco. Las mujeres, por su parte, pueden captar hasta 14. Ellas tienen más intuición en este aspecto. Somos, por decirlo de alguna manera, más observadoras.
Perfiles muy diversos sin tecnología
A la hora de ligar, como nos explica Luana Salvadó psicóloga, sexóloga y encargada de impartir este taller, "se activan el cerebro reptiliano, el sistema límbico del cerebro y el neocórtex. El primero y el segundo formarían lo que se conoce como cerebro emocional y el tercero es la parte más racional del cerebro". Será justamente ese cerebro emocional el que más protagonismo tendrá cuando vayamos a seducir.
La experta habla de que, por lo general, "se piensa que a este tipo de talleres viene un perfil específico de personas y no es así. Normalmente lo que hay es gente que viene porque ha salido de una pareja, de una relación un poco larga y acuden porque no conocen el lugar o la manera de volver a conocer gente, sin tener que ir al típico bar o discoteca. Otra gran parte de las personas que acuden al taller es por falta de conocimiento propio y sobre todo de autoestima, por eso destinamos uno de los ejercicios a este tipo de conocimiento y a este amor propio. La seguridad personal es muy interesante y muy importante a la hora de ligar o seducir", detalla Salvadó.
La tecnología, como ya sabemos, ha cobrado una importancia crucial en nuestro día a día y lo ha hecho de forma veloz. Por ello existen tantas aplicaciones para conocer gente. "Puedes decidir si alguien te gusta o no solo a través de una imagen. Esto es bueno y es malo a la vez. Porque te pierdes mucho más de lo que hay a simple vista. Y es que en un perfil virtual tú puedes crear una identidad que no es al cien por cien la tuya. Lo bueno de que existan estos talleres es poder, de verdad, poner en práctica los cinco sentidos. Es mágico cuando surge la conexión o la empatía y que se de lugar al contacto. Para conectar de verdad, a veces, hace falta que exista esa presencia y eso en las aplicaciones, muchas veces, no se da", explica la experta.
Los trucos que existen
Cuando Luana pasó a explicar de forma teórica los trucos, algunas personas apuntaban los consejos. Mi percepción al mirar los rostros buscando otras miradas fue darme cuenta de lo importante es el amor y la compañía. Realmente, además de los amigos y la familia, necesitamos ese amor, esa conexión en la intimidad, esa posibilidad de compartir sensaciones y emociones con alguien que nos quiere con todas nuestras ventajas y nuestros defectos. Pero, ¿y cómo llegar ahí? ¿Hay alguna manera o trucos específicos?
Lo cierto es que no hay un manual de éxito pero sí algunas pautas que podemos seguir y tener en cuenta. La mayor parte de ellos, cómo no, se centran en los sentidos.
Vista
Para aquellas personas que no tienen vergüenza de mirar a alguien que les atrae se aconseja que, para lanzar el mensaje de que esta atracción existe, hay que mantener la mirada unos cuatro segundos. Si sientes vergüenza puedes quitar la mirada y mirar de forma intermitente. Este sentido es el más importante de todos. Por ello, además, hay que potenciar la sonrisa y la mirada.
Oído
A la hora de conversar, la forma de hablar, el lenguaje, lo que se dice y sobre todo cómo lo dices. Es algo que hay que cuidar. Si ya habéis pasado a otro nivel en una cita también puedes seleccionar música, que haya un hilo musical de fondo es agradable y ayuda a que haya comodidad. En cuanto a la conversación cabe remarcar que es más importante cómo acaba que cómo empieza.
Olfato
En las redes sociales, por ejemplo, o en las aplicaciones para ligar no está este sentido TAN importante cuando conocemos a alguien. Más allá de los perfumes que puedas utilizar o de champús o geles, hay un aroma que tiene cada cuerpo, una especie de reacción química que marca o no que aparezca esa chispa.
Para seducir, en resumen, lo que hay que hacer es: conocerse y aceptarse esto no pasa de la noche a la mañana, es poco a poco, tener autoestima y confianza en unx mismx, hay que poner en práctica las habilidades sociales trabajarlas y ejercitarlas y, para finalizar, tener paciencia, mucha paciencia. Hemos visto que, en conclusión, nos estamos alejando de las aplicaciones para ligar, queremos estar otra vez en directo, mirarnos, acercarnos y conocernos en persona.