Durante el confinamiento, la mayoría de solteros se dieron cuenta de lo aburrida que podía ser la vida sin una pareja que te acompañe durante el fin del mundo. Ante la falta de planes, decidieron bajarse en masa todo tipo de apps para ligar: Tinder, Grindr, Hinge, Badoo, lo que sea por encontrar alguien con quien chatear y matar el tiempo entre capítulo y capítulo de esos maratones de series que nos marcábamos. “Sin exagerar, creo que tengo 80 matches nuevos”, explicaba Patricia al diario que te acompañe, una soltera que la cuarentena la pilló de visita a sus padres en el pueblo y que estaba “desesperada por interactuar con alguien”.
No fue la única, y lo demuestran las cifras. Tinder aumentó en un 94% de usuarios, en un 30% más de matches y, además, las conversaciones mejoraron en calidad: fueron un 28% más largas. Vamos, dejamos atrás los “hola, ¿qué tal?”, “bien, ¿y tú?”, “bien” que no llevan a ningún sitio y empezamos a tener charlas más meaningful. Y, como demuestra un reportaje del diario The New York Times, parece que esta tendencia no fue un hecho aislado de la cuarentena, sino que el covid ha cambiado totalmente cómo nos relacionamos en estas aplicaciones: “el deseo de encontrar pareja no ha disminuido en los meses siguientes al confinamiento”.
Según diversas encuestas internas que han recogido de varias apps, aproximadamente un 69% de los usuarios ahora “piensan más en quién buscan y si la otra persona es indicada”, y un 50% dice que ya no “está dispuesta a ir detrás de gente que no quiere algo serio”. Paralelamente, “hemos bajado nuestros estándares y exigencias [que, quizá, teníamos demasiado altos e idealizados] para conseguir el objetivo de tener un mercado más amplio de gente dispuesta a tener una relación”, y así no volver a sentir la soledad y aburrimiento que vivieron muchos durante la primavera de 2020.
“Los expertos llamamos a los meses de frío la ‘temporada de acurrucarse’. Es cuando suben en masa los matches porque la gente busca parejas o rollete para pasar el invierno”, explica Amarnath Thombre, directivo del Match Group, conglomerado empresarial que tiene las apps Tinder, OKCupid, Match.com, Hinge y Plenty of Fish. Sin embargo, este año el verano ha sido igual de masivo en cuanto a usuarios que un mes de frío. “Julio fue tan activo como febrero”, asegura Thombre.
Para la psicóloga Galit Atlas, entrevistada en el mismo artículo, “esta tendencia es normal en el contexto actual. Estamos asustados, y cuando lo estamos tendemos a juntarnos. Creo que hay mucha ansiedad sobre el futuro ahora mismo, sobre si vendrá una segunda ola de covid, y pocos saben qué sucederá mañana en el mundo. Es normal que la gente no quiera estar sola”, añade. La demografía que más ha subido en estas apps, según los datos, son las mujeres menores de 30, “normalmente las menos reticentes a tener aplicaciones”, que ahora lo ven junto a redes como Instagram o Twitter como la única forma de ligar ante el cierre de discotecas y la reducida vida social. El covid, al final, nos ha hecho más románticos. O, al menos, más desesperados.