Conviviendo 24/7 o a distancia: cómo hacer que vuestra relación sobreviva a la cuarentena

Si estáis encerrados en casa, uno de los muchos consejos es que no os aburráis juntos. Si estáis separados, aprended a hacer un buen 'sexting' y masturbación

El #QuédateEnCasa y la cuarentena del coronavirus nos han confinado en nuestros hogares. Más allá del aburrimiento, el teletrabajo o la oportunidad para redecorar y ordenar la casa, supone un cambio radical en nuestros estilos de vida. Muchos os estaréis preguntando qué va a ser de vuestras relaciones. Y hay dos posibilidades: la primera, que si vivís juntos tengáis que aguantaros 24 horas y os dé miedo que eso se convierta en un infierno; la segunda, que os toque estar separados y os echéis de menos como unos universitarios que se van de Erasmus. No va a ser fácil amarse en los tiempos del coronavirus. Por eso, tenemos que ir bien equipados con algunas herramientas psicológicas que nos ayuden a hacer más llevaderos estos de momento quince días de cierre.

1. Conviviendo con tu pareja

Según funcionarios chinos entrevistados por el diario Global Times, propiedad del Partido Comunista Chino, la cuarentena ha hecho que se disparen los divorcios en su país. Queda claro que no es fácil aguantar 24/7 a tu amor, por mucho que os queráis. Es un poco el efecto “vacaciones de verano”, que precipita las rupturas cuando mayor es la convivencia.

Pero como apunta S Moda, podemos evitarlo. Lo primero, “examinarnos sin proyectar en el otro”. Es decir, entender qué problemas internos tenemos, porque probablemente surgirán a la luz durante estos días. Además, toca añadir un enfoque positivo a la cuarentena: “no debemos centrarnos en el sentimiento de imposición”. Sí, estamos en casa encerrados, pero por responsabilidad social y los valores humanos y comunitarios. Tómalo como altruismo, porque si piensas que estás castigado, todo se hará cuesta arriba.

Según los psicólogos entrevistados por el artículo, otro de los puntos clave es la educación y la empatía. Básico, ¿no? “Piensa que no vives con tu pareja sino con un compañero de trabajo. Tienes que ser muy respetuoso. Controlar tus manías. Ser benevolente con las suyas”. En ese contexto, si somos compañeros de trabajo, también tenemos unas rutinas laborales. Haceos una agenda y unos horarios con las actividades que tenéis que cumplir, ya sea teletrabajo o limpiar la casa. Lo importante es no sentir el abrumador peso de la pérdida de tiempo, porque entonces estarás en una fase negativa y te aburrirás, verás a tu pareja como un acompañante no divertido.

Lo importante, así pues, es mantener el tiempo que pasáis haciendo cosas juntos como algo positivo. Por lo tanto, friega el baño con cascos y aíslate. O dobla la ropa en silencio en tu cuarto. Pero luego, haced cosas divertidas en equipo. Por ejemplo, ver series, jugar a cartas, cuidar las plantas, tener relaciones sexuales. Lo que sea, pero que sea tiempo de calidad. No os aburráis juntos o la cuarentena os matará.

Los tiempos de pesadumbre por inactividad pásalos solx y, de paso, úsalos para meditar o reflexionar sobre tu vida. “E incluso aunque el tamaño de la casa no acompañe, debemos desdramatizar el silencio. Es muy importante que quede claro que los silencios no tienen por qué ser incómodos”, añade el artículo. Simplemente, estáis cohabitando el mismo espacio, no es que no tengáis nada que deciros.

Por último, comunicación. Obviamente. ¿Esas pequeñas cosas que te molestan? “Recoge tu habitación”, “¡que no te dejes la luz abierta!”, “recoge los platos”, “¿de verdad que no puedes hacer menos ruido?”, pues no son el momento de resolverlas. Eso sí, haced charlas serias y amables con relativa frecuencia sobre vuestros sentimientos, ansiedades, miedos y, además, comentad qué cosas os molestan, si se pueden solucionar y cómo estáis. Es decir, no soltéis pullitas: habilitad un espacio para quejas y el resto del tiempo disfrutad de vuestra compañía, fijaos un horario y aburríos solos, no en pareja.

2. Relación “a distancia”

¿Te has ido de Erasmus y tenías pareja? ¡Pues la cuarentena será pan comido! ¿Que no has tenido nunca una relación a distancia? Pues sigue los consejos de los que sí. El primero, y la obvia preocupación, es cómo mantener la pasión y el sexo vivos. No podéis tener contacto, pero eso no quiere decir que no podáis satisfaceros sexualmente.

Ya hicimos un artículo sobre ello que, en resumidas cuentas, planteaba el sexo a distancia bajo dos pilares: el flirteo conversaciones eróticas, fotos sexys y sexting y la masturbación es decir, haced videollamadas y tened sexo virtual mientras cada uno se toca en casa, simulando el sexo piel con piel. Los puntos clave para que sean satisfactorias estas relaciones son tener seguridad para que no te dé vergüenza el sexting y, además, conocer bien tu cuerpo, ritmos y puntos de placer, porque muchas veces dependemos demasiado del contacto físico y para que este sexo a distancia funcione necesitamos saber masturbarnos. Porque, sí, un artículo sobre ello de tocarnos. Y si las aprendes, ni tan siquiera Satisfyer necesitaréis.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Una publicación compartida de Código Nuevo @codigonuevo el

Por último, la rama más emocional: os vais a echar de menos. Además, si tuvierais un motivo de causa mayor un máster fuera, un erasmus o un trabajo el extranjero sería más fácil, pero estáis en casa, encerrados, aburridos, echando de menos vuestra vida anterior. Por suerte, serán unas semanas de cuarentena esperamos que no se alargue a meses. No es un máster de dos años en Londres. No es una oferta de trabajo indefinido en México. Esto pasará, tarde o temprano, y el Skype y el WhatsApp os permitirá estar comunicados.

Como añadíamos en el artículo, una de las grandes dudas de las relaciones monógamas a distancia son los cuernos. Aquí, al menos, sabemos que eso no pasará. Lo único que echaremos mucho de menos serán los abrazos, el contacto y hacer planes. Pero manteniendo un erotismo y sexualidad despiertas y conversando de forma positiva hablando de lo que hemos hecho y no centrándonos en lo que no podremos superarlo, como hemos superado tantísimos otros retos románticos.