“Lo siento”, dos palabras que cuestan muchísimo decir. Toca tragarnos el orgullo, reconocer que nos hemos equivocado, mirar a los ojos y soltárselo a esa persona que hemos ofendido. Es un acto valiente, que no siempre sabemos cómo hacer. Como cagarla es inevitable y humano, toca aprender a disculparse.
Pero, ¿por qué es tan necesario pedir perdón? Como explica el psicólogo Andrés Carrillo al portal Psicología y Mente, si incorporásemos el pedir perdón con más frecuencia en nuestra rutina veríamos que nuestro día a día mejorará exponencialmente. Él asegura que son seis los principales beneficios por los que deberíamos aprender a disculparnos después de cada error.
1. Nos alivia el dolor
Cuando la cagamos y lo sabemos, la culpa se nos queda clavada. Si no alivias la culpa con unas buenas disculpas, se acaba enquistando y te deja dolido, lleno de remordimientos. Pedir perdón es un acto terapéutico de amor a ti mismo.
2. Te hace mejor persona
No todo el mundo tiene la capacidad de verbalizar las palabras “me equivoqué”. Es un ejercicio de madurez enseñar que no, no eres perfecto y te puedes equivocar. Y, además, demuestras que tus actos pueden herir y eres consciente de ello.
3. La relación con tus seres queridos mejorará
Si no hay discusiones enquistadas, tu convivencia será más fácil. No tendréis riñas pendientes ni cosas que echar en cara. Además, demostrarás que los valoras y que para ti es más importante vuestra relación que tu orgullo.
4. Te ayuda a mejorar profesionalmente
Pedir perdón es la conclusión de un proceso de autoevaluación. Analizamos nuestros actos y sacamos conclusiones. “Las personas que son capaces de reconocer sus propios errores tienen la tendencia de llegar más lejos en cuanto al cumplimiento de sus propósitos, aquel que no acepta sus equivocaciones muy probablemente se tropezará con ellas en repetidas ocasiones”, explica el psicólogo. En resumen: pedir perdón quiere decir que tienes más capacidades para ser autocrítico con tu trabajo y mejorar profesionalmente.
5. Es bueno para la salud
Según el psicólogo, “muchas dolencias físicas están relacionadas con los altos niveles de angustia y estrés que presentan las personas cuando no se sienten bien con lo que hacen o han hecho”. Reprimir emociones nunca es bueno, a la larga provoca malestar. Pedir perdón es necesario para aliviar estas tensiones emocionales que se producen cuando no has solucionado una pelea con un “lo siento”.
6. Previene conflictos futuros
Pedir perdón es cerrar la puerta a una discusión futura. Hubo una discusión, te disculpaste, se acabó la pelea. Si en un futuro la persona te echa en cara ese error, es una persona manipuladora, no es tu culpa, ya que tú hiciste todo lo que estaba en tu mano para subsanar tu error. Aunque hay muchas cagadas que no se solucionan con una disculpa y necesitan tiempo para sanar, es verdad que un "lo siento" sincero es la mejor forma de zanjar un asunto y evitar que vuelva a abrirse en el futuro.