Escuchar audiolibros podría ser más enriquecedor para tu mente que leer

Aunque la capacidad de retención con los audiolibros es menor, el acceder a más libros en más ocasiones tendría un efecto acumulativo superior al de los libros tradicionales

Las nuevas tecnologías han difuminado algunas de las fronteras que separan las diferentes artes. Ya no solo leemos literatura en aparatos informáticos con tintas electrónicas, sino que además escuchamos literatura y la disfrutamos sin necesidad de tener que leer. Parémonos a pensarlo durante un segundo: literatura que no se lee. Novelas y ensayos que podemos disfrutar sin tener que prestar una atención absoluta. Como quien se pone de fondo una lista de reproducción de Spotify mientras tiende la ropa. Y claro, los más puristas siempre dicen que escuchar audiolibros es muchísimo menos profundo que leer.

¿Es esto verdad? ¿Somos menos cultos porque un narrador nos susurre El gran Gatsby de Fitzgerald al oído en lugar de leerlo con nuestros propios ojos? La respuesta, según el experto en psicología experimental de la Universidad de Oxford Cody Kommers, es que depende. Desde luego, explica este especialista en un artículo para el medio Psychology Today, leer libros involucra más profundamente un ingrediente fundamental en el  procesamiento de la información: el compromiso. En palabras de Kommers, "la diferencia crítica entre leer y escuchar es que leer es algo que se hace, mientras que escuchar es algo que sucede".

Esto no significa que no nos vayamos a distraer durante una lectura. Todos pasamos por esos momentos en los que, tras una especie de empanada en el limbo, volvemos a la realidad sin saber qué hemos leído en esas dos últimas páginas. Pero es mucho más sencillo que ocurra ante un audiolibro. Después de todo, el formato es precisamente muy goloso porque nos permite disfrutarlo mientras hacemos otras cosas como entrenar o limpiar la habitación. Ese es precisamente el argumento de Daniel Willingham, psicólogo especializado en la comprensión lectora, para recomendar los audiolibros para libros menos complejos.

Kommers no está del todo de acuerdo. El psicólogo experimental considera que convencer a las personas de que los audiolibros deben reservarse para lecturas más sencillas es un error que podría privarnos de irreversible de algunos títulos. ¿El motivo? Respecto a una obra muy compleja, Kommers opina lo siguiente:  "No he captado todos los matices. Pero eso no significa que sea mejor salir a conseguir una copia impresa del libro. La razón es que no es una prioridad lo suficientemente alta en mi lista de lectura. Es involucrarme con el material a través de un audiolibro o no involucrarme en absoluto".

¿Estás escuchándote el ensayo científico Breve historia del tiempo de Stephen Hawkings y estás enterándote solo de la mitad de las cosas? ¡Pues eso que te llevas! Eso es mucho mejor que no acercarte nunca a la obra. Y eso, con uno y otro libro, todo en conjunto y sumado, consigue que vayas aprendiendo cosas que no podrías aprender si te limitaras únicamente a leer aquello que más te apasiona y que, alomejor, son las novelas para amantes de la ciencia ficción o las novelas románticas. Como apunta Kommers, "si los audiolibros abren a nuevas ideas y mundos para uno, eso es todo lo que importa".