Fantasear es una maravillosa habilidad humana. Nos permite proyectar en nuestra imaginación todo lo que querríamos que sucediese y nos proporciona ilusión, el motor de los buenos cambios. Sin embargo, la gran mayoría de veces nuestras fantasías quedan abandonadas en nuestra mente y no se traducen en la realidad. Los motivos pueden ser muy variados: dinero, comodidad, miedo y por encima de todo desconfianza en la propia capacidad. Las creencias autolimitantes te impiden reiniciar tu vida. Y un especialista en liderazgo, el estadounidense Robert Glazer, tiene las claves para romper con ellas.
En su último libro, Elevate, Glazer explica que "el desarrollo de capacidades no se trata de hacer más", sino de "hacer más de las cosas correctas". ¿Quieres convertirte en un streamer? ¿Quieres montar una empresa? ¿Sueñas con vivir viajando? Tienes escondidas las habilidades para conseguirlo. Lo que Glazer propone es la optimización de las cuatro áreas esenciales de todo ser humano: el área física, el área intelectual, el área emocional y el área espiritual. Porque "la capacidad de cualquier individuo no es fija" sino que podemos potenciarla sea cual sea el punto de partida. Debes explorar todos los caminos.
El primero de ellos es el espiritual. Como explican desde Inverse, medio que se hace eco del ensayo, trata de "comprender quién eres, qué es lo que más deseas y las normas con las que deseas vivir cada día". Nunca es tarde para replantearse esas cosas. Un muy buen ejercicio, asegura Glazer, consiste en preguntarse cómo querríamos que nos recordasen. Esa imagen es nuestra aspiración espiritual. La forma en que deseamos estar en el mundo. Eso es muy importante para alinearse con unx mismx y encontrar la motivación real para provocar los cambios necesarios en nuestra vida y reiniciarla por completo.
Seguidamente encontramos el camino intelectual. Necesitamos transitarlo para mejorar nuestra capacidad de "pensar, aprender, planificar y ejecutar con disciplina". En este sentido, asegura Glazer, lo fundamental es creer que se puede. Una vez nos convenzamos de esto, deberemos comprometernos con el esfuerzo, estar abiertos al fracaso y ser proactivos, para lo cual viene muy bien establecerse pequeños objetivos medibles y alcanzables. El camino físico es sencillo de recorrer: basta con hacer deporte, desconectar de la tecnología a menudo y pasar tiempo al aire libre. Esa parte de nosotros también es clave.
Como lo es, y probablemente más que ninguna otra, la parte emocional. En pocas palabras, y según Glazer, se trata de "cómo manejas la vocecita en tu cabeza", además de cómo interactúas con los demás y cómo reacciones ante las situaciones desafiantes. Para mejorar en este aspecto y acercarnos más a los cambios de vida que queremos dar, debemos desarrollar la capacidad emocional y "aceptar la vulnerabilidad" incluso si es incómoda. Es recomendable también rodearse de personas que saquen lo mejor de nosotrxs. Que no nos empujen a nuestra mediocridad. El reinicio no tiene nada de mediocre.