El país de los dojos. De los samuráis. De los mangas. El país en el que conviven las casas tradicionales minka con los rascacielos adornados con paneles publicitarios con la cara de Pikachu. De los cerezos en flor y de los makis de salmón. El país en el que toda persona que se considere al menos un poquito friki desea estar alguna vez en su vida. ¿Inconvenientes? Para empezar, está muy lejos de aquí, lo que implica que debes disponer de unas cuantas semanas libres para que merezca la pena el viaje. Además, no es un destino precisamente barato, y es posible que no andes sobradx de miles de euros en este momento de tu vida. ¿Pero y si pudieras empaparte de Japón conduciendo un par de horitas?
No es una paja mental. A poco menos de 100 kilómetros de Madrid, en mitad de un valle de la Sierra del Rincón, se encuentra el pintoresco y encantador pueblo llamado Puebla de la Sierra, el cual, y aunque parezca inverosímil, se encuentra hermanado con una de las ciudades más pobladas y mastodónticas del país del sol naciente: Osaka. La clave de esta relación tan estrecha entre una megaciudad nipona y un pequeño pueblito de menos de cien habitantes español es el pintor Federico Eguía, oriundo de este último, que consiguió hacer llegar sus obras hasta expertxs del país asiático. Ahí comenzó todo. Y ahora Puebla de la Sierra cuenta con un museo de espíritu japonés espectacular.
Más de 200 obras artísticas japonesas
En concreto, y como explican desde Trendencias, el museo del pueblo contiene más de 200 obras artísticas japonesas donadas por la propia ciudad de Osaka y entre las que puedes encontrar pinturas, dibujos, obras gráficas de otro tipo e incluso de otras expresiones artísticas. Uno de los pocos espacios así que existen en Europa y una oportunidad para meterte de lleno en el alma de la cultura nipona sin tener que irte a la otra punta del mundo en un avión súpercontaminante.
Además, la experiencia incluye un contraste maravilloso entre lo que reflejan las obras japonesas y lo que sientes una vez sales del museo. Al fin y al cabo, estarás en un pueblo castizo de la Comunidad de Madrid.De hecho, Puebla de la Sierra te ofrece mucho más que una porción de Osaka enclavada en España. Sus calles adoquinadas, sus casas de toda la vida y todo el verde que lo rodea lo convierten en un destino rural precioso incluso con independencia del museo. Como lugares bastante recomendados, y según dicho medio, están la parroquia de la Purísima Concepción, la ermita de la virgen de los Dolores y el Valle de los Sueños, “un parque escultórico que invita a disfrutar y descubrir el arte mientras se da un paseo por la naturaleza y declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 2005”. Puedes ir tanto en coche como en autobús desde la capital. ¿No te da curiosidad?