Los pisos turísticos son una fantasía para quienes viajan. A diferencia de un hotel, aquí tienes cocina y baño propios, puedes liarla un poco más sin que venga nadie de recepción a echarte la bronca y, en general, están situados bastante céntricamente. Te permiten vivir la ciudad de una manera más orgánica. Pero para lxs vecinos la historia es muy diferente: además de tener que soportar ruidos a casi todas horas, sufren la desnaturalización de sus comunidades, cada vez más vacías de personas que realmente las vivan y las construyan día a día. Están tan hartxs que muchxs han comenzado a prohibir este tipo de pisos en sus edificios. Y el Tribunal Supremo les ha proporcionado apoyo total.
En concreto, y como apuntan desde eldiario.es, “el Tribunal Supremo ha establecido en una sentencia que una comunidad de propietarios puede prohibir los pisos turísticos en un edificio o urbanización siempre que el acuerdo se consiga con al menos tres quintas partes de todos los propietarios y las cuotas de participación”. Una resolución fundamentada principalmente en el hecho de que los pisos turísticos representan una actividad comercial y, por lo tanto, puede ser proscrita a través de una disposición en los estatutos de la comunidad. De esta manera, lxs vecinxs recuperan el poder acerca de cómo desean que sean sus edificios. Ellxs tienen la última palabra. Ellxs deciden.
Una sentencia que puede cambiar el panorama de los pisos turísticos
Lejos de ser anecdótica, la sentencia puede cambiar muchísimo el actual panorama de las ciudades. Al fin y al cabo, y sin la necesidad de que haya unanimidad para prohibir los pisos turísticos, lxs vecinxs tienen la oportunidad de anteponer su derecho a la tranquilidad, a la rutina, a la convivencia cercana, sobre los intereses de unos cuantos. En este sentido, se trata de un golpe sobre la mesa en el clásico y manido debate entre el derecho a la libertad individual y el bienestar social. Sí, tienes un piso y quieres explotarlo al máximo para ganar pasta, pero no a costa de cargarte los vecindarios y las ciudades, muchas de las cuales parecen hechas ya exclusivamente para lxs turistas.
Además, e indirectamente, la decisión del Tribunal Supremo podría aliviar un poquito la problemática de la vivienda. Después de todo, y si lxs propietarixs de pisos que no quieren disfrutarlos no pueden convertirlos en vivienda turística, es muy probable que lo alquilen de manera más convencional. Quizás la oferta de pisos para arrendar aumente progresivamente. Quizás ello reduzca los precios. Quizás no te cueste un dineral el alquiler. ¿Que hay empresas dedicadas a la vivienda turística con decenas de pisos por el centro de las grandes ciudades que se van a mosquear de lo lindo? 100%. Pero su lucro no está por encima de la felicidad de lxs demás. La ley ha hablado.