Tecnología GPS para frenar el maltrato de género

Una plataforma conocerá en todo momento la distancia entre víctimas y agresores

Durante las últimas décadas, los avances tecnológicos han sido en buena medida sinónimo de entretenimiento. Desde las primeras consolas a los smartphones desde los que consumes redes sociales a las tablets con las que juegas o los ereaders con los que lees novelas y ensayos muy jugosos. La tecnología ha hecho más estimulante la existencia. Más divertida. Más variada. No obstante, estos avances pueden servir a fines mucho más loables que el mero esparcimiento. Por ejemplo, y gracias al nuevo proyecto para la protección de las mujeres impulsados por el Ministerio de Igualdad, a la defensa de las víctimas tanto de violencia de género como de violencia sexual.

En concreto, y como bien explican desde el diario catalán El Nacional, el Ministerio de Igualdad, a través de la empresa tecnológica Eviden, ha desarrollado una plataforma GPS para “identificar la ubicación de los implicados en cada caso y, con ello, garantizar la seguridad de las víctimas”. Así, en dicha plataforma se encuentran registrados los teléfonos móviles de las víctimas de violencia de género y/o violencia sexual, así como los de los agresores, además de la pulsera o tobillera de control que pudieran portar estos últimos. ¿El resultado? El sistema conoce en todo momento la ubicación de ambos para que no se transgredan las disposiciones judiciales establecidas.

En caso de que un agresor se salte la orden de alejamiento, y se acerque más de lo estipulado a la víctima, el sistema emitirá una alarma con la que las autoridades policiales tomen constancia de la infracción y puedan actuar en consecuencia. De hecho, la precisión de las tecnologías de GPS es tal que la plataforma puede incluso conocer las velocidades de desplazamiento de víctima y agresor, de manera que se pueda predecir exitosamente un potencial infringimiento de la sentencia judicial. Todo en aras de un objetivo muy claro: que las víctimas puedan vivir sin la presencia ni la amenaza de quienes les hicieron daño de una u otra manera por el hecho de ser mujeres.

Sobre todo porque muchos de los agresores sentenciados continúan acosando a las víctimas. Los números siguen sin ser satisfactorios: como informan desde la web de La Moncloa, “el número de mujeres asesinadas por violencia de género en España asciende a 52 en 2023”. Y, por desgracia, el año aún no ha concluido. Es posible que tengamos que lamentar otro asesinato. En este sentido, cualquier medida es poca y el proyecto de seguimiento GPS de víctima y agresor puede servir para aumentar la esperanza de muchas mujeres, la cual depende, sin duda, de la protección que el resto de la sociedad, y especialmente las instituciones públicas, consiga proporcionarles.