Parecía imposible que pudiésemos llegar a escuchar una canción de Bad Bunny con los Beatles, sobre todo, porque algunos de los integrantes del grupo británico ya fallecieron. Pero esta rara mezcla musical podría no estar tan lejos de convertirse en una realidad gracias -o a pesar de- la inteligencia artificial.
Decenas de vídeos están circulando en TikTok y YouTube con nuevas mezclas musicales. Por ejemplo, Rosalía cantando con Quevedo una canción llamada “Ahora te jode” o Bad Bunny con Myke Towers y Feid en la canción “AEMVEA”. Muchxs nos sorprendemos al principio y nos alegramos al pensar que nuestros artistas favoritos sacaron un nuevo tema.
@zaid711cl ZAID lo hizo otra vez 👀 #quevedo #rosalia #ahoratejode ♬ QUEVEDO X ROSALÍA BY ZAID - ZAID
Pero ninguna de estas canciones fue realmente grabada por los artistas, sino que están creadas con inteligencia artificial. Al oído humano sus voces son casi iguales a la de los cantantes. Claro que algunas son mejores que otras: las peores hechas tienen un deje metálico en la voz de los artistas que nos deja adivinar rápidamente que son artificiales.
Nadie sabe quién está detrás de las creaciones, porque la mayoría de veces los usuarios las publican de forma anónima. Luego las borran porque temen las consecuencias legales. Y es que este tipo de “arte” puede llegar a ser un peligro para las discográficas. Sus equipos legales ya están trabajando a toda velocidad para luchar contra este nuevo panorama.
¿Por qué supone una amenaza?
Pues los artistas no saben de antemano que la IA puede utilizar sus voces. Este problema de consentimiento también puede extenderse a cuestiones de propiedad intelectual y derechos de autor, como nos recuerda el portal de noticias whatsnew. ¿Te imaginas haber practicado durante años en clases de canto para que una app cree una canción con tu voz en segundos?
Una de las aplicaciones en el centro del huracán ha sido Boomy. La plataforma utiliza inteligencia artificial generativa para crear canciones en minutos. Una de las cuentas más famosas en TikTok es Ghostwriter, literalmente un “fantasma” que crea clips vocales muy realistas. Tiene 145.000 seguidores con canciones artificiales que mezclan a Drake y The Weeknd. Este “boom” puede generar un debate entre qué es música y qué no, y quién es realmente el creador de una canción.
Pero mientras tanto, Universal ya ha pedido a plataformas como Spotify que impidan que la tecnología con IA generativa acceda a sus canciones. Y un tribunal federal de Estados Unidos dictó esta semana que el arte generado por la inteligencia artificial no está protegido por la ley de derechos de autor en ese país. Quizá ahora el impacto de las canciones creadas con IA puede parecer anecdótico. Al final, no tienen el dinero de una discográfica detrás para viralizarlo y tampoco el sello real del artista. Muchos dirán que tampoco tienen la calidad musical de un cantante real. Pero esto es solo el comienzo. Y con el tiempo, más y mejores canciones pueden aparecer y saber quién está detrás de estas quizá nos importe menos.