Uno de cada tres adolescentes ha sufrido acoso escolar en el cole o instituto, según alerta un informe de la Unesco. El bullying es, al final, un desequilibrio entre el poder “real o percibido” que se traduce en violencia y acoso constante. Es decir, alguien que tiene una superioridad social y que la aprovecha para hostigar a aquellos que no tienen privilegio.
Hay algunos patrones muy obvios en las víctimas de bullying, los colectivos marginalizados por raza, nivel de riqueza, orientación sexual o género suelen tener más proclives a recibir violencia, advierte el informe. Según sus estadísticas internas, los inmigrantes, personas pobres y el colectivo LGTBI es mucho más probable que sean víctimas de bullying.
Pero estos factores son estadísticos y el acoso escolar es, al fin y al cabo, arbitrario. Esto quiere decir que todo el mundo es susceptible de recibirlo, que se da en todos los países, en todos los ambientes socioeconómicos y por muchísimas causas y que es muy fácil convertirte en una víctima, solo hace falta que la persona que aplica la violencia tenga superioridad e impunidad social, se fije en alguna “peculiaridad” y decida acosarte por ello.
Eso quiere decir que hay tantos motivos para recibir bullying como personas hay. Tener gafas, unos kilos de más, ser otaku o lector ya son motivos para recibir burlas y palizas. Por eso, para denunciarlo, diversos usuarios de Reddit se han unido en un hilo para denunciar los absurdos motivos por los cuales recibieron violencia durante el instituto.
1. Por llorar cuando murió mi padre
“Siempre que pedían un favor yo lo hacía, siempre era el chico bueno. Acababa haciendo cualquier favor, fuera dar los deberes, desayuno, cualquier cosa, aunque no me fuera bien o me apeteciera. Como me veían ‘débil’ y nada fuerte, se burlaban de mí. Una vez me puse a llorar cuando murió mi padre y fue terrible, los otros eran crueles y podían oler la debilidad, así que el bullying fue a peor. Desde el instituto cada vez que lloro me siento mal, tengo un trauma”.
2. Mi hermana era “una guarra”
“Mi hermana había recibido bullying por haberse acostado con alguien durante el instituto. Le hicieron slut-shaming y se convirtió en ‘la zorra del insti’, solo por haber tenido un encuentro sexual. Se cambió de cole, pero la cosa no se quedó ahí. Yo pasé a ser el hermano de ‘la guarra’ y el bullying, el acoso escolar, me cayó a mí. Los más mayores me preguntaban por ella, diciéndome que ‘cómo estaba la zorra de mi hermana’ y que si yo ‘me la había tirado’.
3. Era el niño pobre en un colegio pijo
“Fui a un colegio muy pijo con una beca. Siempre me miraban mal, me llamaban pobre, pero una vez una alumna pidió a la directora que me expulsaran porque mi ropa demasiado barata era ofensiva y le daba asco. Escamparon el rumor que no me duchaba porque no tenía dinero para pagar el agua y que olía mal. Los profesores decían a mis padres que “eran cosas de niños”.
4. Por ser indígena
“Soy hijo de madre nativa canadiense y de padre de origen europeo. Aun así, tengo un nombre indígena como homenaje a la cultura de mi madre. Yo he nacido en la ciudad, y por mi aspecto no parezco indígena. Y, sin embargo, de los 8 a los 13 me insultaban y pegaban por mi nombre. De hecho, irónicamente, el insulto que más me soltaban era ‘vuélvete a tu país’… siendo nativo-americano”.
5. Tener tetas
“Fui la primera en desarrollar los pechos. Las chicas me hacían bullying, los tíos me hipersexualizaban. Una vez, unas compañeras me arrancaron el sujetador diciendo que en realidad solo llevaba relleno para provocar. Lo peor fue que mi mejor amiga no desarrolló los pechos hasta muy tarde y cuando todas tenían y ella no, le tocó a ella el bullying”.
6. Estar delgada
“Pesaba demasiado poco y me empezaron a llamar 'la drogadicta’ o ‘la bulímica’, dependía del día. Me fui a hacer un análisis de sangre y me dijeron si venía del parque de meterme heroína. Otra vez fui al baño después de comer y me preguntaron que qué tal había vomitado. Así constantemente, nadie quería ser mi amiga. Al final acabé tomando drogas durante los últimos años de instituto tanto que me lo repetían”.
No son los únicos testimonios. El hilo se alarga hasta más de 1.700 respuestas, todas rondando los mismos motivos: ser delgado, ser gordo, ser alto, ser bajito, ser inmigrante, ser pobre, ser mujer, ser gay, ser trans, ser afeminado, tener una vida sexual activa, no tenerla, por ser tímido, por hablar demasiado. La conclusión es que nadie está libre del bullying. Siempre que haya alguien que crea que tiene poder sobre ti —sea por motivos económicos, de género o sociales—, utilizará cualquier excusa de tu aspecto o forma de ser para ridiculizarte y dominarte.