La crisis medioambiental hará que pronto tomes café que no es café

Mismo sabor, mismo efecto, pero un impacto mucho menor sobre el planeta

Yo sin café no podría funcionar. ¿Cuántas veces en tu vida te has escuchado a ti mismx soltándole esa frase a alguien? Porque es muy probable que en algún momento del futuro tengas que ponerla a prueba. Según algunas investigaciones científicas, hasta un 60% de las variedades de la planta del café está en peligro de extinción debido a los cambios climáticos, a lo que hay que sumarle los efectos de estos a los cultivos de todo el mundo. Quizás no pase nada y sigas pudiendo disfrutar de tu café como siempre durante el resto de tu existencia. Quizás no. Pero una empresa ha decidido adelantarse y producir el primer café sin grano de café del mundo. Un café alternativo.

Se trata de Atomo Coffee. Como cuentan desde Xataka, su propuesta consiste en una combinación de “semillas de girasol y semillas de sandía sometidas a un proceso químico para producir moléculas que imitan tanto el sabor como la sensación en boca del café”. Seguidamente, se le añade la cafeína para que te proporcione ese chut de esencia vital que tanto necesitas por las mañanas. El resultado, según explican sus fundadores, Andy Kleitsch y Jarret Stopforth, es una taza de café normal y corriente “indistinguible de una auténtica al ojo humano”. Y sí, tú andas pensando ahora mismo que tú sí notarías la diferencia, pero las pruebas de la marca parecen indicar que no.

¿Qué se gana con todo esto?

Muchas cosas. Para empezar, el cultivo del café comercial contribuye a la deforestación masiva que está dejando nuestro planeta sin bosques. Además, la producción del café sin café lleva asociados unos costes medioambientales menores en materia de explotación de recursos hídricos y de emisión de gases de efecto invernadero. En concreto, y para que te hagas una idea, “la producción del café sin grano produce un 93% menos de emisiones contaminantes y utiliza un 94% menos de agua que la producción del café normal”. No son cifras anecdóticas. Son lo suficientemente importantes como para marcar una gran diferencia global.

Aunque Atomo Coffee no es la única empresa detrás del café sin café. Según apuntan desde dicho medio, “la startup holandesa Northern Wonder ya tiene café en estantes de supermercados de Países Bajos y Suiza” elaborados con “altramuces, garbanzos, cebada y achicoria”, además de otros elementos secretos que no comparten para que ninguna otra marca plagie su receta. Si esta tendencia cuajará o no es aún una incógnita. Al fin y al cabo, y al igual que ocurre con la carne vegetal, el pescado vegetal o la leche vegetal, buena parte de la sociedad no está muy por la labor de probar cosas nuevas tan aparentemente raras. El mañana dictará sentencia.