La mañana del 29 de octubre tuvo lugar en el litoral de Huelva un fenómeno muy extraño: lo que en principio parecía que iba a ser una borrasca atlántica como tantas otras pronto se transformó en una borrasca subtropical. Y esto, a ti que no tienes conocimientos especializados de meteorología, como yo, tampoco te suena tan mal. Pero debes saber dos cosas. La primera de ellas es que hizo que fuera mucho más peligrosa de lo normal. Hasta tal punto que la AEMET activó aviso rojo en muchos de los pueblos de la zona. La segunda es que, como cuenta el periodista científico Javier Jiménez, este suceso es la prueba de que la atmósfera está tropicalizándose.
Para empezar, hay que entender que ha ocurrido exactamente. Y aquí viene la explicación técnica: según Jiménez, “ya no es que una convección organizada se haya transformado en un sistema convectivo de mesoescala con claras características tropicales (señales de circulación interna y bandas de precipitaciones rotando sobre su centro); es que el sistema ha empezado a convertirse en todo un tren convectivo con una línea de tormentas in crescendo desde el litoral”. El resultado han sido más de 115 litros de agua por metro cuadrado en diversas localidades andaluzas, hasta 1.300 incidencias en siete provincias y dos personas heridas.
Por suerte, y según las informaciones del periodista especializado en meteorología Adrián Cordero, de las que se hace eco Jiménez, aunque “la atmósfera, caprichosa ella, nos deja una nueva chimenea convectiva que, desde el satélite, recuerda mucho a la de hace un año” en la Comunidad Valenciana, “la orografía y la hidrología de ambas zonas no son comparables” y han hecho que la borrasca genere muchísimas menos tragedias en la región que la DANA. Es algo que debemos celebrar, porque la tropicalización de Andalucía es un hecho reconocido y este tipo de fenómenos peligrosos van a incrementarse en la región sur en los próximos años.
En palabras de Jiménez, “en la medida en que las conexiones con el Golfo de México (los famosos ríos de humedad) van haciéndose más habituales, esos sistemas van a hacerse cada vez más frecuentes y más intensos. Y lo peor de todo: es cuestión de tiempo que una tormenta peligrosamente tropical se nos plante a las puertas de Doñana”. Es solo otro ejemplo más de las consecuencias del cambio climático, por más que la Grokipedia de Elon Musk quiera negarlo, y otra prueba más de que, como han estado planteando algunas formaciones políticas últimamente, es necesario crear un pacto de estado climático con el que prepararnos para lo que viene.
