Hace una semana, en su podcast Saldremos mejores, Inés Hernand y Nerea Pérez de las Heras hablaban sobre cómo la política de Trump consistía básicamente en liarla día tras día para no dejar de ser trendy nunca. Da igual si es a través de un mensaje en Truth Social, una entrevista con otro presidente o otro decreto nauseabundo. La cuestión es estar en el foco mediático 24/7. Ser el centro de las miradas. Ser el popular del insti. Y, aunque dé rabia seguirle el juego semana sí y semana también, es imposible no entrar al trapo porque las cosas que hace son tan lamentables que se debe informar de ello. ¿La última? Intensificar las detenciones de inmigrantes.
Sí, has leído perfectamente. Después de que Los Ángeles se haya convertido en un polvorín por las protestas pacíficas de la gente contra las políticas de detención y deportación masiva del presidente Trump, después de que este mandara a la Guardia Nacional para reprimir a base de golpes, al señor este no se le ocurre otra cosa que subir la apuesta. Por un lado sorprende porque lo normal es que la clase dirigente termine escuchando al pueblo cuando habla tan claro. Por otro lado porque quien está al mando en este caso es Donald Trump y ya ha demostrado ser un matón al que le encanta bajar al barro a demostrar que es el más duro del universo.
Al barro y a las redes sociales. Porque es ahí donde hace política Trump. De hecho, nos hemos enterado de esta orden a las agencias federales a través de sus mensajes en Truth Social, donde les ha pedido “hacer todo en su poder” para que se cumpla “el programa de deportaciones masivas más grande de la historia”. Está desatado, conduciendo a Estados Unidos poco a poco hacia un estado fascista autoritario que no empatiza con la gente vulnerable, sino que la rechaza, la denigra y la expulsa como si no valiese nada. Una postura que choca literalmente con la historia del país, levantado por inmigrantes legales e “ilegales” desde hace varios siglos.
Mucha gente allí lo sabe. Por eso tantxs funcionarixs de Los Ángeles y de otras ciudades con altas tasas de inmigración están diciendo no a las políticas de Trump y continuando su trabajo de proteger a los inmigrantes sin documentación. Y por eso tanta gente protesta en las calles. Y por eso tanta gente está demandando al Gobierno por su uso de munición de control de multitudes y gas lacrimógeno durante las protestas de este mes. Porque viven en un país construido por la inmigración. De hecho, varias industrias del país como la agricultura o la hostelera están fatality ahora que los migrantes están siendo deportados. Es inmoral y contraproducente.