de pillar una silla, subirte ahí arriba y cambiarla por una nueva para seguir teniendo luz con la que leer? Porque, según una investigación que ha realizado recientemente la marca Halfords, hasta un 21% de lxs integrantes de la generación Z no se atreve a embarcarse en tareas de este tipo. Quizás porque no tienen ni idea de por dónde empezar. Quizás porque piensan que lo van a hacer mal. O quizás, y con más probabilidad, porque piensan que puede resultar peligroso. La cuestión es que está dando alas a quienes gustan de criticar a lxs zetas.
De hecho, ya tienen un nuevo término para esta aversión de lxs centenials a las tareas de mantenimiento del hogar: GOTDIT, siglas en inglés de getting others to do it, que viene a significar algo así como conseguir que otros lo hagan. No solo lo de cambiar una bombilla, sino también otras vainas caseras como colgar un cuadro o atornillar una estantería. Al parecer, y según revela el mismo estudio, hasta un 11% de la gente de la gen Z llamaría a un profesional para que le pusiera un cuadro en la pared, un 30% declara no saber identificar un destornillador de los de cabeza plana y un 44% acude a servicios profesionales para inflar las ruedas del coche.
Sí, la precariedad influye
Pero esto cuesta dinero y la generación zeta vive cierta precariedad laboral y económica que en muchos casos hace imposible acceder a estos servicios especializados. De ahí que, y una vez más según los resultados de este estudio, hasta un 22% de lxs jóvenes de esta generación acudan a sus padres para que solucionen estos problemas por ellxs. Lxs que tienen menos suerte, y no tienen ni el dinero ni a sus padres cerca para que les echen una mano, tienen que conformarse con hacerlo por su cuenta o dejarlo sin hacer cuando no resulta tan indispensable como en el caso de los cuadros y demás cuestiones decorativas. Pero cuidado con juzgar de más.
Porque las características propias de cada generación nada tienen que ver con la genética. El ADN de los centenials está tan preparado como el de cualquier otra persona para afrontar estas tareas. Es una cuestión social y cultural y ahí, les guste más o menos a lxs milenials y sobre todo a lxs boomers, la responsabilidad es compartida. Sí, hay tutoriales en internet sobre cómo hacer las cosas, pero no te dan la confianza que te da haber aprendido de tus padres y de quienes te rodean. O de tus profesores. O de quien sea. El conocimiento se transmite, no le llega a nadie por ciencia infusa. Así que menos risas gotdits y más didactismo.