¿Es ‘OT’ tan inclusivo como creemos? Una parte de la audiencia cree que no

Parece que el equipo de vestuario solo sepa vestir a Bea con los mismos trajes anchos y en distintos colores

En todas las galas de esta edición de Operación Triunfo, Bea ha aparecido siempre vestida con un traje monocromático que muchas veces ni siquiera decía nada con la canción que estaba interpretando. La cosa ya empezaba a oler mal cuando veíamos que la chica siempre repetía modelito, pero el tufo ya no se pudo ocultar cuando incluso Abril Zamora le reclamó variar el vestuario a Bea y ella solo pudo responderle: “En esta gala me dijeron: ‘No hemos buscado nada más, tenemos esto’”.

Bea, como ella misma ha comentado, es de las pocas concursantes que casi no tiene dónde elegir. Además, en algunas de las últimas galas en las que ha participado ha ido con un traje azul o rosa. Incluso la misma Abril le decía a Bea que quería verla un poco más “definida”, como sí que hacen con sus compañerxs.

Sí que es cierto que, este pasado lunes, fue vestida diferente. Quizá tiene algo que ver la polémica que saltó a las redes sociales hace unos días cuando Andrea Compton escribió en ‘X’ (antes Twitter), lo siguiente: “esto se llama falta de referentes. Querida Bea, tienes el armario de todas las plus size de este país que se dedican a la moda, y el mío también aunque no me dedique a ello pero grabo muchos podcast y voy a muchos sitios vestida de guapetona así que mi armario es tuyo”.

Por alusiones a este tweet de Andrea Compton, que ya lleva más de doce mil likes, Noemí Galera quiso responder en nombre de la academia para así zanjar la polémica. Y lo hizo a través de un hilo donde mostraba “la selección de prendas que tenía vestuario preparadas para ella”, dijo la directora de la Academia de OT.

Mismos patrones, misma falta de referentes

Pero, a pesar de eso, hay gente que no está de acuerdo con la explicación que dio Noemí Galera. No es que sea culpa de Bea estar poco “definida” en sus actuaciones, sino de un programa como OT. Se trata de una de las grandes apuestas de Prime Video y, a pesar de contar con un elevado presupuesto, parece que no hay dinero para comprar ropa más allá de la talla 42.

Aunque se nota que OT quiere ir acorde con los tiempos, todavía sigue repitiendo patrones muy viejos: vestir mal a las chicas que no están delgadas como si no fuera posible obtener lookazos cuando tienes más de una talla 38 o 40 de pantalones. Sabemos que OT va sobre las capacidades para cantar y actuar, pero puede que las galas de Bea fueran mucho mejores si el equipo de vestuario se esmerara un poco.

En las redes, como era de esperar, muchos de los fans de OT criticaron la actuación del programa al vestir a Bea siempre con los mismos trajes holgados, dejándole poco margen para jugar con el vestuario durante sus performances. Incluso algunos amenazan con dejar de ver el programa si se vuelva a vestir a Bea con otro traje igual (pero de distinto color).

Lo que pasa con Bea no deja de ser paradójico de una sociedad que no para de llenarse la boca del discurso de bodyneutral e inclusión de cuerpos, pero que no deja de ser una especie de purplewashign en versión corporal. De nada sirve ver a personas gordas en la televisión si no llevan un vestuario que permita demostrar cómo también se puede vestir con estilazo, y enseñando carne, sin utilizar un talla S.