¿Recuerdas el escándalo de Tiger Woods durante la década pasada? El considerado mejor golfista de la historia tuvo que afrontar uno de los divorcios más caros de la historia debido a sus continuas infidelidades: engañó a su pareja con hasta 121 mujeres diferentes, muchas de las cuales eran prostitutas de lujo. Ahora, su adicción al sexo le ha vuelto a pasar factura. Según Erica Herman, trabajadora del restaurante de Woods en Florida, el golfista la habría obligado a firmar un acuerdo de confidencialidad acerca de sus relaciones sexuales con la amenaza de despedirla en caso de no hacerlo. Un comportamiento de acoso sexual que le ha valido una denuncia en los tribunales.
Pero Tiger Woods no es el único deportista al que el sexo le ha supuesto la ruina mediática. Mike Tyson, el mítico boxeador, explican en La Razón, tuvo que someterse a un proceso de rehabilitación para aprender a gestionar su adicción sexual, que le llevaba a tener encuentros con prostitutas sin protección y sin importarle en absoluto contraer enfermedades de transmisión sexual. Dennis Rodman, jugador de los Chicago Bulls más triunfantes de la historia, asegura haberse acostado con más de 500 prostitutas y “tuvo que ingresar en el hospital hasta en tres ocasiones por fracturarse el pene”. Era una absoluta obsesión. Su máxima prioridad en la vida.
“Fui adicto al sexo durante mis 20 ”
Y el mundo del fútbol merece capítulo aparte. Pelé, uno de los más grandes que hayan pateado una pelota de fútbol, fallecido el pasado 29 de diciembre, no tuvo reparos en reconocer su adicción al sexo. Decía haberse acostado con cientos de mujeres. Ronaldinho, su compatriota y el jugador que cambió el Fútbol Club Barcelona para siempre, reconoció asimismo estar loco por el sexo, acostarse con mujeres justo antes de los partidos y ser infiel. Además, “también reveló que la primera vez que tuvo relaciones sexuales fue con 13 años con una vecina”. En 2018 corrió la noticia de que iba a casarse con dos novias a la vez, desafiando la prohibición de la poligamia en Brasil.
En Europa también hemos tenido futbolistas constantemente rodeados de la polémica a causa de sus actividades sexuales. Ryan Giggs, uno de los jugadores más importantes de la historia de Gales y del Manchester United, “le fue infiel a su esposa con la esposa de su hermano” y trató de sobornar a este último con más de 400.000 dólares para que no lo contara. No era la primera vez: ya le había sido infiel antes con una ex de Cristiano Ronaldo. Admitió tener un problema con el sexo. Al igual que Cassano. “Fui adicto al sexo durante mis 20 y me acosté con incontables mujeres”, confesó recientemente. La fama puede ser un agravante para personas con esta condición.