¿Quiénes son los ‘gym bros’ y por qué deberían preocuparnos?

Algunas tendencias son mejores cuando no las sigues

La forma en la que se experimenta la masculinidad ha cambiado en las últimas décadas. Los conceptos como ‘proveedor, procreador y protector’ han quedado desfasados. Principalmente porque las exigencias del capitalismo y el creciente coste de vida no permite que se siga dando la dinámica de un único sostén familiar, por lo menos no en la mayoría de los hogares heterosexuales. Como efecto colateral ante este panorama, la idea de tener hijos suena cada vez menos atractiva.

Crisis en la identidad masculina

A raíz de esta crisis en la identidad masculina tradicional, la respuesta de los grupos reaccionarios no se hizo de esperar. Su solución: revalorizar la figura del protector. De esta forma se mantienen adheridos al sistema de creencias al que pertenecen (o anhelan pertenecer). Es aquí donde la línea entre la cultura del ‘gym bro’ y los ideales conservadores comienza a hacerse borrosa. La relación entre la superioridad física y una ideología conservadora ha existido desde hace décadas en occidente.

Movimientos como ‘Cristianismo Muscular’ de Gran Bretaña del siglo XIX impuso el ideal masculino basado en la autodisciplina, el autosacrificio, el deber patriarcal y el nacionalismo, así también como una supuesta relación entre la mejora de la belleza estética con el aumento de la moralidad. Pero, ¿qué tanto hemos evolucionado desde entonces?

Un mal silencioso

Estudios recientes revelan que la mayoría de hombres sufren, en alguna medida, de dismorfia corporal. Y aunque cuando se habla de desórdenes alimenticios se suele hacer especial hincapié en mujeres jóvenes, las cifras actuales revelan que los hombres jóvenes están tratando de conseguir un cuerpo antinatural inspirado en cuerpos adultos tratados con esteroides. Ejemplo de ello es el influencer Liver King, quien hace unos meses reveló, en forma de disculpa, que había sido consumidor de esteroides, a pesar de haber construido su marca personal en una vida inspirada en la virilidad natural y en alimentarse esencialmente de órganos de animales.

Otra tendencia igual de preocupante es la que ha surgido en TikTok y circula en la manosfera de los hombres autodenominados alfa. Se trata de usar la comida de perro como suplemento proteico ante el descubrimiento de un creador de contenido que revela que la comida de perro ‘Pedigree’ posee 666 gramos de proteína, lo cual representa 11 veces más la cantidad que debe consumir el humano promedio. A pesar que la comida para perros lleva ingredientes apto para humanos, también se pueden encontrar componentes como ubres y pulmones que, según la Association of American Feed Control Officials, no son aptas para el consumo humano.

Ante la creciente ola de ‘gym bros’ y todo lo que ello conlleva, es importante resaltar que los hombres no le deben, bajo ninguna excepción, músculos a la sociedad, y que la sociedad, a su vez, no le debe nada a nadie en función de cómo luce su cuerpo. Hasta que seamos testigos de una nueva práctica fitness, mejor hagamos que vivir una masculinidad saludable sea trendy.