Puede que esta sea la razón por la que cada vez es más difícil encontrar pareja en España, especialmente si eres mujer con estudios superiores y feminista. Nuevos estudios muestran como este perfil de mujeres, cuando buscan parejas masculinas con niveles educativos similares y también con valores igualitarios, se enfrentan a un déficit masculino”.
Esto se debe a un desajuste tanto en la formación académica como en los valores respecto a la igualdad de género. Según explica a La Vanguardia Maike van Damme, socióloga del Centre d’Estudis Demogràfics (CED) de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), el déficit masculino es del 34% entre las mujeres que priorizan los valores igualitarios y del 25% si se centran solo en el nivel educativo.
Esto significa que una de cada tres mujeres con estudios universitarios corre el riesgo de quedarse soltera, a menos que decida “emparejarse hacia abajo”, con hombres de menor formación o menos progresistas.
¿Está todo el mundo a la altura de los grandes cambios feministas?
Este déficit no es una mera cuestión de números, sino un reflejo de un cambio social profundo. Desde 2018, el feminismo ha cobrado fuerza entre las mujeres jóvenes en España, mientras que la adopción de estos valores por parte de los hombres ha sido más lenta. Esto ha creado una brecha no solo en términos de expectativas, sino también en la forma en que hombres y mujeres entienden las relaciones de pareja. Mientras ellas buscan cada vez más igualdad, tanto en el hogar como en la vida profesional, muchos hombres retroceden en el tiempo hacia valores machistas y sexistas.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que la brecha educativa también contribuye a este desajuste. En 2022, el 45% de las mujeres entre 25 y 64 años tenía estudios universitarios, en comparación con el 37% de los hombres. Y en las generaciones más jóvenes, esa diferencia se agranda: seis de cada diez mujeres menores de 30 años tienen estudios superiores, frente a solo cuatro de cada diez hombres. Este desequilibrio educativo se traduce en un “mercado” de relaciones en el que muchas mujeres no encuentran hombres con niveles de formación similares, lo que limita sus opciones de pareja.
El déficit masculino afecta también a los hombres, aunque de manera diferente. Van Damme señala que el 25% de los hombres con bajos niveles educativos y valores tradicionales tampoco encontrarán una pareja con su mismo perfil. En este caso, son ellos los que enfrentan un desajuste, ya que muchas mujeres con menor formación también tienden a tener valores más igualitarios o están más abiertas a buscar hombres con mejor educación.