Razones para darle una oportunidad al pegging

¿Estereotipos de género? Tu próstata te ruega que no los escuches

Una investigación reciente, en la que sus autorxs encuestaron a más de 3.600 personas sobre peculiaridades sexuales, ha encontrado que el pegging, esa práctica consistente en penetrar a la otra persona con un vibrador con correa agarrado a la cintura, es una de las actividades sexuales que más personas desean poder realizar antes de morir. Más incluso que el trío. Algunxs en el papel de quien penetra. Muchxs otrxs en el papel de quien es penetradx. Sin embargo, algunos prejuicios tontos dignos de otra época siguen frenando a buena parte de la gente que fantasea con el pegging, especialmente a hombres heterosexuales a los que los estereotipos de género les crean conflictos internos.

En este sentido, la educadora sexual Lisa Finn anima a todas aquellas personas que quieran experimentar el pegging a olvidarse de todos los escrúpulos sin fundamento. Primero, porque estamos en 2024. Fuera ideas rancias. Segundo, escribe, porque esta práctica permite a las parejas experimentar un saludable cambio en la dinámica de roles. En sus propias palabras, “generalmente, el receptor tiende a ser visto como el rol más sumiso, por lo que al cambiar quién realiza la penetración estaréis cambiando la dinámica de poder en esa escena”. Y eso es bueno. Es variado. Es enriquecedor. E indica que confías en la otra persona. ¿Acaso hay algo más morboso que esa cálida intimidad?

Tercero, y esto es muy importante, porque el pegging puede llegar a ser extremadamente placentero para la inmensa mayoría de los hombres, sobre todo cuando logran relajarse. “La próstata, también conocida como punto P o punto G masculino, es una glándula densa en nervios que tiene un gran potencial orgásmico y el juego del pegging puede estimularla y brindarte una nueva forma de experimentar el placer”. Ah, y a ello debes sumarle todo el tabú que rodea a esta práctica. Sí, los prejuicios son una gilipollez, pero tienes que reconocer que todo aquello que en tu cabeza suene como prohibido o mínimamente incorrecto potencia tremendamente tu excitación y por tanto tu placer.

Por último, y siempre según esta especialista, es una manera de regalar placer a tu pareja, pues los dildos con cinturón suelen proporcionar a quien penetra con ellos unas sensaciones de roce muy ricas. Y si escogéis un consolador doble ya ni te cuento. En cualquier caso, recuerda que no deberías acceder nunca a ninguna práctica sexual que no te motive simplemente para satisfacer a la otra persona. Está muy bien que quien tienes a tu lado te ayude a superar los obstáculos mentales que te impiden llevar a cabo algunas fantasías, pero tú tienes la última palabra y debe respetarla sin condiciones. El pegging está muy bien. Pero el consentimiento está en la cúspide de las cosas que están bien.