La libido baja. La libido sube. La libido baja. Es un ciclo permanente totalmente natural. No te rayes lo más mínimo si llevas dos semanitas con menos ganas de tocarte y de follar que una palmera. Pasará. Volverás a sentirte tontorronx pronto. O al menos eso es lo más probable. Porque puede ser que tengas una pequeña crisis de deseo sexual. Un bloqueo provocado por el estrés. Por la rutina. O por un déficit de fantasía. Sea como sea, dicen desde Poosh, puedes solucionarlo poniendo en práctica una técnica llamada método-O, “el hada madrina que nunca supiste que necesitabas, un tablero de Pinterest para tu placer, un plan de juego atrevido para rociar un poco de magia picante en tu realidad”.
Palabras muy sugerentes, ¿pero en qué consiste realmente este método prolibido? Pues se trata de una técnica de visualización para la que has de encontrar un lugar en el que te sientas verdaderamente cómodx. La razón es sencilla: vas a concentrarte en tu imaginación y cuando tengas a alguien en mente, alguien que te moje o te endurezca con una intensidad divina, gritarás su nombre sin ningún tipo de titubeo ni de autorepresión. Imagínate que estuvieras solx en el planeta. Que nadie pudiera escucharte. Que la narración en voz alta de tu fantasía fuera inaudible para cualquier ser vivo que no fueras tú. Esa es la idea. Escucharte a ti mismx diciendo su nombre y explicando el encuentro.
”Estamos de cena navideña y, cuando ya llevamos unas cervezas encima, nos encontramos solxs en la cocina, me besa y comienza a tocarme. A la media hora estamos en su casa y nos estamos chupando de arriba a abajo...”. El rollo sería así. Eliges tu persona, eliges el escenario y eliges lo que ocurre tal como harías en tu cabeza, pero esta vez contándotelo. Como dicen las expertas del citado medio, “añade aromas que aceleren tu corazón, piensa en posiciones que siempre has querido probar, pon música que haga que los dedos de tus pies se doblen y canta en voz alta las partes de tu cuerpo que quieres que tu energía sexual toque”. Oye tu fantasía. Goza cada palabra.
Y no te ahorres detalles. “¡Tú eres el personaje principal de la historia y necesitas sentirlo!”. Necesitas estar ahí dentro. Como si estuvieras en el cine viendo una película. O escuchando un audiolibro . Solo que aquí los giros de guion los pones tú. Si quieres edging hay edging. Si te pone pensar en un beso negro, hay beso negro. Si anhelas que alguien más entre en la habitación donde tú y esa otra persona en la que andas pensando estáis y se sume al juego, lo hace. La libido resurgirá de sus cenizas. Si no lo hace, si ves que no hay manera y te causa angustia, no dudes en consultar con unx sexólogx. A veces median causas hormonales, médicas o psicológicas serias. No estás solx.