Cómo mantenerse mojada durante el sexo

Pero abórdalo con calma: la autopresión solo dificultará las cosas

Históricamente se la ha dado bastante importancia a la disfunción eréctil y muy poquita a la falta de lubricación vaginal. Y es muy injusto. Al fin y al cabo, esta última también condiciona el disfrute sexual de las mujeres, pudiendo incluso derivar en molestias y dolor en ocasiones. Se merece tanta atención como la falta de erección durante las relaciones sexuales de las personas con pene. Y en Poosh, medio especializado en sexualidad femenina, opinan exactamente igual. Por eso han elaborado, con la ayuda de la psicóloga y terapeuta sexual Kate Balestrieri, una lista de recomendaciones para mantenerse mojada durante el transcurso de un encuentro sexual.

Y la primera de ellas es obvia: enciéndete. Después de todo, estar cachonda es clave para mojarse. Si llevas mucho tiempo con tu pareja y la falta de novedad y dopamina lo dificulta un poco, buscad nuevas cosas que os exciten: nuevas posturas, nuevos roles, nuevas historias... Es un ejercicio de confianza y comunicación. Localiza qué te pone en cada momento y proponlo. Si es una pareja sexual nueva tómatelo con calma. Id poquito a poco. La falta de intimidad podría estar bloqueándote. Subid los decibelios paulatinamente. Y no dudes en guiarle. Puede que, al no conocerte, haga cosas que te corten el rollo y te sequen. No es su culpa: necesita que le expliques qué te mola y qué no.

No tengas miedo a probar

La segunda de ellas tiene que ver con la atención plena. Cuando la excitación no es nivel mil, y pasa en muchas ocasiones, es fácil perderse en pensamientos y desconectar de la situación. En este sentido, escriben desde Poosh, “si te mantienes presente con las sensaciones físicas de tu cuerpo notarás cuando comienzas a perder interés y a sentirte menos lubricado, lo que te permitirá hacer adaptaciones, tomar un descanso o cambiar para permanecer mojada más tiempo”. Escucha a tu cuerpo. Y no tengas miedo de cambiar las cosas cuando ya se han activado. De ritmo, de posición o incluso de habitación. Sé libre durante el sexo. Dale a tu mente lo que sea que necesite.

La tercera de ellas es que incluyas más zonas erógenas de las habituales. Tu cuerpo va mucho más allá de tus tetas, tu culo y tu coño. Halla sus rincones especiales. Experimenta. Descúbrete. Y suelta la vergüenza “para que tu cuerpo reciba el mensaje de que es seguro y aceptable mojarse salvajemente”. El mensaje contrario podría estar bloqueándolo. Además de todo esto desde Poosh aconsejan mantenerse hidratada con mucha agua, aprovechar el potencial de la lubricación para romper la sequedad inicial y que después fluya todo solo y, en caso de que no mejore la cosa con estas recomendaciones, trabajar con unx terapeuta sexual para abordar obstáculos y liberar todo tu potencial.