Por qué puede ser más difícil superar un rollo que una relación seria

La indefinición, la incertidumbre del qué hubiera pasado y la idealización pueden complicar la fase de ruptura

Las relaciones humanas son extremadamente complejas como para establecer patrones rígidos. Habrá personas a las que superar un rollo no les cueste demasiado y que, sin embargo, hayan experimentados rupturas sentimentales de relaciones serias realmente dramáticas. Pero esta misma variabilidad es la que provoca que no tenga sentido infravalorar las rupturas de rollos como si fueran algo menor.

Al fin y al cabo, hay muchas personas en el extremo opuesto: personas que sufren incluso más en estas situaciones. ¿Es tu caso? ¿Recuerdas algún rollo que te hiciera sufrir intensamente durante más tiempo del que te gustaría reconocer? No hay nada malo en ti. Hay motivos suficientes para ello.

Uno de ellos, según explican desde Poosh, es el hecho de que en el fondo muchas de estas relaciones relajadas son relaciones románticas que no están definidas. No solo quedáis para follar. No es solo sexo. También charláis. También paseáis. También hacéis algunos planes juntos. No está puesta la etiqueta de “pareja” pero en ciertos niveles tu cerebro lo interpreta como tal. Generalmente hay obstáculos que hacen que en ese momento concreto no sea posible solidificar ese romance. Quizás esa persona esté en un mood soltero. O haya salido de una relación muy seria recientemente. O pase por un momento difícil. En otros contextos ya habríais ascendido al siguiente nivel. Pero estáis en medio.

Estáis en una fase intermedia

Además, esta indefinición de la relación añade un punto de incertidumbre que incrementa la dificultad de superar la ruptura. Porque en gran parte de las relaciones serias habéis tenido la oportunidad de estrellaros. Han sido años de experiencia compartida. Y de alguna u otra forma, si no no habríais roto, algo no ha terminado de funcionar. Con los rollos no es así.

Esa situación intermedia, en la que hacéis cosas similares a las que haría una pareja, pero sin los compromisos asociados ni el derecho a expresar emociones profundas, genera que tras la ruptura te quedes atrapadx en las rumiaciones tipo “¿qué habría pasado si no viviera determinada situación y hubiera ido en serio conmigo?”

Y todo esto conecta con otro factor muy importante: la idealización. Porque en todo el tiempo que habéis pasado juntos has conseguido asomarte a su personalidad tan solo un poquito. Lo suficiente para engancharte. Lo suficiente para saber que te gusta mucho y para reforzar las sensaciones de atracción generadas por el físico y otras cuestiones más químicas. No has tenido la oportunidad de bajarle a tierra. De ver sus carencias. De humanizarle. Por eso vives la ruptura como la pérdida de algo extraordinariamente maravilloso. Si hubierais ido en serio le habrías visto quizás las costuras. Así que no dejes que nadie te diga que exageras por sufrir por un rollo. Es totalmente legítimo.