Los dos grandes beneficios de salir con tu par intelectual

¿Una persona que te comprenda? ¿Que sea compleja y den ganas de descubrirla? ¿Que te ayude a crecer? ¿Dónde hay que firmar?

La media naranja no existe. Olvídate. Ahí afuera simplemente hay personas que no te atraen porque no cumplen ninguno de tus requisitos, personas que te atraen porque cumplen algunos de tus requisitos y personas que te atraen porque cumplen otros de tus requisitos. La cosa es que muy a menudo sueles decantarte por aquellas que cumplen los requisitos físicos. Y, según explica el psicólogo estadounidense Mark Travers en un artículo para Psychology Today, harías mejor en quedarte con aquellas que cumplen los requisitos intelectuales. Porque estar con tu par intelectual, escribe, posee dos beneficios importantísimos que pueden conducirte más fácilmente a la felicidad.

Profundidad comunicativa

Por un lado, una comunicación de mayor calidad. En palabras de Emma Hathorn, especialista en citas, “lo que todo ser humano anhela en las relaciones es ser verdaderamente conocido y entendido, y una pareja intelectual te analizará, te comprenderá y, a su vez, querrá ser analizado y entendido por ti”. Y precisamente por eso fracasan tantas relaciones: el amor profundo no es suficiente para sostener de modo satisfactorio una relación durante años y décadas. Debe haber una estimulación constante. Debe haber profundidad en las charlas y un alto nivel de retroalimentación discursiva. Además, lxs pares intelectuales tienen más capacidad para resolver los conflictos emocionales e ideológicos.

Enriquecimiento mutuo

Por otro lado está el crecimiento personal. Como apunta este experto, “cuando estás rodeado de personas que desafían tus creencias y empujan tus límites intelectualmente te ves obligado a salir de tu zona de confort y ves fomentado tu crecimiento personal de maneras que de otra forma no habrían sido posibles”. Eso sí, es muy importante que ese reto intelectual vaya de la mano de una actitud saludable y constructiva, no de un comportamiento competitivo. Hay muchas personas inteligentes en este mundo y muchas de ellas desgraciadamente son imbéciles. Utilizan sus habilidades para hacer el mal. Pero si das con alguien muy lúcido que verdaderamente esté de tu lado crecerás una barbaridad.

Bonus: una atracción permanente

Como bonus, hay otro beneficio adicional de mantener una relación con unx par intelectual: la durabilidad de la fuente de deseo. A diferencia de lo que ocurre con el atractivo físico, dice Hathorn, “la inteligencia no se desvanece”. De hecho, es muy probable que ambos vayáis ganando perspectiva, conocimiento y sabiduría conforme transcurran los años. Imagínatelo. Imagínate una vida repleta de intercambios de ideas, de aprendizaje y de confianza mutua en la inteligencia de la otra persona. De sentirse realizadx con conversaciones expansivas. De saber que entenderá tus argumentos por enrevesados o complejos que sean. Es algo que, según esta misma especialista, “puede convertir el día a día en algo extraordinario”.