La teoría de la atribución explica tus problemas de pareja

Le echas siempre la culpa a su personalidad cuando en ocasiones las circunstancias ajenas juegan un papel determinante

La teoría de la atribución no es ni mucho menos nueva. La desarrolló el psicólogo austríaco Firtz Heider a mediados del siglo XX y expone que las personas, tú incluidx, utilizan una mezcla de explicaciones personales y explicaciones situacionales para entender el comportamiento del resto. ¿Alguien no está siendo puntual? Lo atribuyes tanto a su carácter egocéntrico como a la falta de taxis. ¿Alguien está más borde de lo que suele estar? Lo atribuyes a alguna malicia interna escondida y al estrés que padece por culpa del trabajo. El problema, sin embargo, es que es bastante común caer en lo que lxs expertxs conocen como error de atribución fundamental. Y está mermando tu relación de pareja.

¿Que en qué consiste? Muy sencillo: ocurre cuando tu mente se olvida de las circunstancias externas y explica el comportamiento de tu pareja utilizando únicamente explicaciones internas. ¿Ha olvidado vuestro aniversario? Ni se te pasa por la cabeza que haya podido tener un mal día. Directamente piensas que es alguien descuidado. ¿Tiene menos predisposición a quedar durante un par de semanas? No piensas en que quizá esté hasta arriba de responsabilidades o que pueda estar de bajón por razones ajenas a ti. Lo primero que piensas es que es alguien egoísta que cree que puede tenerte disponible cuando quiere y pasar de ti cuando no. Y a partir de ahí surgen los malos rollos.

Más concretamente, explica la profesora de psicología Jessica Koehler, de la Universidad de Arizona, los errores de atribución fundamentales pueden afectar a tu relación de las siguientes maneras: erosionando la confianza que hay entre vosotros al dudar de sus buenas intenciones y no tener en cuenta factores externos, llenando vuestra comunicación de tonos acusatorios y reproches hostiles, provocando que los conflictos no se resuelvan constructivamente y se enquisten, debilitando la satisfacción de ambxs y por tanto la estabilidad del vínculo y, por último, bloqueando vuestro crecimiento tanto individual como colectivo. O combates este sesgo o tus relaciones serán sufrientes.

Para hacerlo, y según la propia Koehler, debes seguir una serie de estrategias clave que van desde la práctica de la toma de perspectiva al uso de una teoría de la atribución más amplia que tenga en cuenta las circunstancias ambientales, y pasando por entrenar una comunicación más abierta y amable, reservar momentos para discutir cualquier inquietud que pueda haber surgido de un error de atribución, hacer un ejercicio consciente para enfatizar las atribuciones positivas y, si nada de esto funciona, buscar ayuda profesional para que os ayude a reconducir vuestra mala atribución del comportamiento de la otra persona. Un trabajo en equipo que os hará mucho bien.