¿Quieres sazonar el sexo con tu pareja? El objeto que te ayudará

Abraza el autoerotismo, contempla la postura de tu pareja sexual de una forma totalmente nueva y potencia vuestra intimidad

El sexo en pareja suele perder algo de morbo conforme transcurren los años. Y ahí comienzan las conversaciones y propuestas para darle una nueva vida: que si comprar juguetitos sexuales, que si acudir a un local swinger, que si abrir la relación... Y nada de esto está bien o mal: todas las alternativas sexuales están bien siempre y cuando haya consenso entre ambas partes. No obstante, es curioso cómo tendemos a buscar las soluciones más complicadas cuando existen algunas mucho más sencillas a nuestra disposición. Una de ellas, y que puedes empezar a utilizar tan pronto como termines de leer este artículo, es introducir un espejo en la fórmula sexual. Un verdadero game changer.

¿Pero por qué? Parecen existir muchos motivos. Para empezar, es un recurso que te permite ver partes del cuerpo de tu pareja que no sueles ver. Y ya sabemos lo trascendente que resulta la visión para la excitación humana. Ese culito dando botes o esa espalda rocosa te encienden de una manera brutal. Pero es que además el espejo te da acceso a otras regiones habitualmente vetadas para ti: regiones de tu propio cuerpo. Es una oportunidad para descubrirte como protagonista sexual, para abrazar el autoerotismo, para mejorar tu autoimagen y para incrementar tu confianza y disfrutar con la idea de que la otra persona esté gozando de la tremenda preciosidad que eres. Mola mucho.

Y luego está la intimidad. Como cuentan desde Trendencias, “con el espejo conseguiremos generar un juego visual en pareja que favorece la intimidad: nos miramos y podemos conectar con nuestra pareja mientras nos toca”. Y es que hay algo mágico, misterioso, en veros a través de la imagen reflejada en el espejo. Sois vosotrxs, sí, pero en cierto sentido se siente extraño. Como si fuerais también otras personas. Y todo eso favorece un distanciamiento de lo habitual que ayuda bastante a recuperar el morbo. Es como si os transformárais en los personajes de vuestra propia película erótica. Mira qué bien follamos. Mira qué bonitos somos juntxs. Es toda una experiencia.

Pero también tiene sus obstáculos. El primero de ellos es la inseguridad: las personas que no se sienten cómodas con su cuerpo pueden estar excesivamente cohibidas durante el sexo con espejo, por lo que lxs expertxs recomiendan practicar a solas para ir ganando comodidad. El segundo de ellos es la obsesión por verse bien. Si toda tu atención está en verte sexy en el espejo, y ello no te permite soltarte y fluir, te vas a privar del verdadero placer. Por último, está la timidez, la incapacidad de manejar tanta intensidad visual, pero es una mera cuestión de ir probando y aclimatándose a ello. Si te atrae la idea, claro, si no pasa olímpicamente. Es solo una alternativa más.