Conforme transcurren los años juntos el fenómeno ocurre más y más a menudo: tu pareja está contando una historia, olvida algún detalle y tú acudes al rescate proporcionándoselo de inmediato. Y lo mismo pasa al revés: sabe cómo terminar tus frases cuando te quedas atascadx. Pero no es un superpoder exclusivamente vuestro: según cuenta en Psychology Today la psicóloga clínica Valentina Stoycheva, “los investigadores han hallado evidencia clara de que las parejas desarrollan a largo plazo un sistema de memoria interconectado [conocido como sistema de memoria transactiva o TMS] que facilita el recuerdo de cada individuo”. Disponéis de una memoria colectiva muy potente a la que acceder constantemente.
Y lo hacéis porque ambxs influís en la vida del otro muchísimo más de lo que imagináis. En palabras de la propia Stoycheva, “investigaciones recientes han respaldado la teoría de que en las relaciones a largo plazo los individuos literalmente impactan en las sinapsis cerebrales de los demás: usando imágenes magnéticas funcionales se demostró que las parejas que habían vivido juntas durante más de 30 años cuentan con similitudes especiales significativas en ciertas regiones del cerebro”. Claro que os termináis mental o verbalmente las frases. Claro que sabéis cómo contará una historia la otra persona. Claro que sabéis cómo expresaréis las emociones. Vuestros cerebros son cada vez más parecidos. Y se acentuará más en el futuro.
Aunque la intensidad con la que se producirá esta influencia recíproca dependerá de dos factores concretos: del grado de comunicación y del grado de intimidad que tenéis. Como dice Stoycheva, basándose en los descubrimientos de un equipo de investigación australiano, “lxs autorxs enfatizaron que el impacto facilitador del recuerdo conjunto es más alto en las parejas que reportan una mejor intimidad” y “que utilizan las estrategias de comunicación eficazmente, se apoyan mutuamente y se conocen mejor”. En este sentido, la comprensión que cada unx tiene del cerebro de la otra persona, de su funcionamiento, de su estilo narrativo y de sus recuerdos, revela la salud de la relación. Dice mucho de vosotrxs.
Y sí, por un lado suena un tanto cringe. ¿Dos cerebros cada vez más parecidos? ¿Una memoria colectiva? ¿Una mimetización? Suena raro. Pero hay buenas razones, más allá de que funcione como indicador de buena comunicación y buena intimidad, para querer que se produzca: otras investigaciones han mostrado que las parejas que llevan muchos años juntas de manera saludable “tienen un riesgo significativamente menor de desarrollar demencia” en la vejez. Es como si esa memoria colectiva actuara como un escudo contra el deterioro cognitivo. Quizá no pienses demasiado en ello ahora. Y es totalmente comprensible. Pero ojo: esa vejez llegará y apreciarás infinito tener esa protección.