Deberíais escuchar música juntxs

Os permite fusionaros de una forma única

La inventiva humana ha parido una cantidad increíble de estilos musicales diferentes. Algunos de ellos practicados por tribus y civilizaciones extintas y que por tanto se perdieron para siempre en el eco de la atmósfera. Pero hay algo que, según cuenta en un artículo para Psychology Today el musicoterapeuta Raymond Leone, tienen en común todas esas músicas: fueron concebidas para ser disfrutadas en sociedad. En la actualidad, sin embargo, cada vez es más lo contrario: la música se concibe para ser escuchada en unos auriculares en el más profundo de los aislamientos. Sois tú y el sonido. Nada más. Y quizás deberías replantearte esto y empezar a escuchar música con tu pareja.

En palabras de Leone, director de musicoterapia médica en los centros Inova Health System y A Place To Be, “un creciente cuerpo de estudio sugiere que la música juega un papel integral en la vinculación social a través de la fusión de identidades”. En cierto sentido, cuando estáis juntitxs escuchando canciones se produce un florecimiento interno del sentido de pertenencia debido a que experimentáis más o menos las mismas sensaciones emocionales. Es como si os alineárais. Como si fuéseis unx. Como si pudiéseis estar dentro del cerebro y del cuerpo de la otra persona. De ahí que la escucha conjunta de música pueda incrementar vuestro amor y hacerlo más profundo.

Pero este fenómeno de conexión a través de los sonidos no es exclusivo de las relaciones románticas. Puedes hacerlo con tus padres. Con tus hermanx. O con tus colegas. De hecho, Leone recomienda invitar a algunos amigxs, preparar algo de comida y poner en marcha una sesión de escucha compartida. Para hacerla más participativa y significativa, dice, podéis seguir estrategias como que cada persona eliga unx artista que comience por una letra concreta del abecedario. Aunque el sistema da igual. El fin es que vayáis entrando en la música de lxs demás. Que saboreéis los ritmos y las melodías en comunidad. Va a sorprenderte mucho lo que sientes por dentro. Ya verás.

Y, sobre todo, comenzarás a preguntarte cómo es posible que después de miles y miles de años de disfrute colectivo de la música nos hayamos acabado enganchando al disfrute solitario. Como cuenta este experto, “la música siempre estuvo destinada a ser social. Tocar o escuchar música era un pasatiempo familiar, los amigos formaban bandas y los adolescentes compartían sus discos favoritos”. Los conciertos eran más trascendentes de lo que lo son ahora. Y cantar juntos era una celebración de la unidad y de la vida. El mundo contemporáneo nos ha robado muchas cosas importantes, pero esta es una de las más trágicas. Recuperemos algo que siempre fue nuestro.