Alexandria Ocasio-Cortez tiene solo 29 años pero cada vez que abre la boca, llena el mundo de titulares. Hace apenas un año, trabajaba temporalmente como camarera en Nueva York tras concluir sus estudios de Economía y Relaciones Internacionales en la Universidad de Boston hasta que, en noviembre, consiguió un escaño para representar al Bronx por el Partido Demócrata en el Congreso de Estados Unidos. Es directa y sincera. Habla por su barrio, por las minorías, por los hijos de inmigrantes, como ella —su madre es portorriqueña—. Es la congresista más joven de la historia del país.
Ayer, el mundo volvió a escucharla. Un congresista republicano dijo que luchar contra el cambio climático es "elitista y demasiado ambicioso", que los ricos liberales de Nueva York y California pueden permitirse adaptar sus casas para hacerlas más ecológicas. contra el cambio climático.
"Me inscribí en un seguro médico por primera vez hace un mes. Esto no es un tema elitista, es un tema de calidad de vida. ¿Quieren decirle a la gente que sus preocupaciones y sus aspiraciones por aire limpio y agua limpia es elitista?", lanzó Ocasio-Cortez, indignada. Hablar claro y confrontar a quienes criminalizan a la pobreza ya se ha convertido en su sello.
"Díganle eso a los niños de South Bronx que sufren de los niveles más altos de asma en la infancia en todo el país. Díganle eso a las familias en Flint, donde sus niños tienen niveles de plomo en la sangre que han causado daño cerebral por el resto de sus vidas. Llámenlos a ellos elitistas", continuaba hablando. "La gente se está muriendo", seguía, "¿y entonces la respuesta del otro partido es introducir una enmienda cinco minutos antes de la audiencia? Esto es serio. No debería ser un tema partidista, esto se trata de nuestros electores, de nuestras vidas".
Alexandria Ocasio sorprende por su frescura y es viral. Creció en el Bronx. Su padre tenía un negocio, pero murió joven, y su madre se dedicaba a limpiar casas. Consiguió becas para estudiar y se buscó trabajos para ayudar a mantener la economía familiar.
Durante la campaña, predicó acceso a la salud gratuita, educación pública, un salario mínimo de 15 dólares la hora y la eliminación de los controles migratorios. Y ahora que trabaja en Washington entre hombres con corbata, sigue defendiendo lo mismo. Aunque es una de las voces más destacadas del Congreso con más variedad de mujeres que ha habido jamás en Estados Unidos: las afroamericanas, árabes, latinas, como ella... en respuesta a Donald Trump, diversidad.
Los republicanos la han tratado de hundir hasta con un vídeo donde aparecía bailando en la universidad, mandando la idea de que era una chica banal, cuando en realidad lo único que hacía era divertirse un rato. Ella respondió con otro vídeo bailando dentro del Congreso. Tiene imperfecciones pero las ideas claras y la visión de un mundo más justo. Ella lucha por mejorar la vida de los estadounidenses más pobres, así que para muchos va a quedar en el buen lado de la historia.