Una de las muchísimas razones por las que tanta gente quiere jubilarse en España y por la que cuesta tanto emigrar a otro país y dejarla atrás es que su vida social no se paraliza en invierno. Esto no es Oslo. Ni Tallin. Ni Budapest. Aquí, con la ayudita de una buena estufa de gas, puedes pasarte las horas en una terraza en pleno diciembre sin morir en el intento. Sigues conectadx a tu gente. Estás al tanto de sus movidas. Y vives la ciudad como en cualquier otro momento del año. Aunque eso era hasta ahora. Porque al menos en Barcelona la cosa va a ponerse bastante más difícil a partir del 1 de enero de 2025: su ayuntamiento ha prohibido las estufas de gas en las terrazas de los bares.
Pero no es una cosa de ahora. Al parecer, y según cuentan desde eldiario.es, el gobierno de la capital catalana lleva desde 2018 “trabajando con el gremio de restauradores para facilitar la eliminación de estas estufas”. ¿El motivo? Se trata de un elemento muy contaminante que no tiene lugar en el mundo que estamos tratando de construir. Uno más sostenible. Uno más amable con el medioambiente. Uno en el que cubrir las necesidades y los deseos de los seres humanos no implique cargarse el planeta poquito a poco. Que sí, que echarse una ronda tras el trabajo con lxs compañerxs en una terraza calentita sabe muy bien, pero hay que encontrar soluciones mucho más green.
Multas para los establecimientos que no cumplan la norma
Eso es precisamente lo que pensaron desde la Federación de Asociación de Vecinos de Barcelona, una de las entidades que más ímpetu le han puesto a la eliminación de estas estufas en los últimos años. Y tiene sentido: nadie quiere una ciudad contaminada. De hecho, en Madrid también se aprobó una medida similar que debía entrar en vigor este 2024, “pero a última hora el Tribunal Superior de Justicia de Madrid tumbó la ordenanza del Ayuntamiento”. ¿Pasará lo mismo en Barcelona? No podemos saberlo a ciencia cierta. De momento, los restaurantes y los bares solo podrán utilizar estufas eléctricas que no superen los 150 W/m2. Te llevas un abrigo más gordo y cero drama.
¿Y si alguna terraza decide saltarse la ordenanza? Como explican desde el propio ayuntamiento a través de un comunicado, “la instalación de estufas de combustión de gas a partir del 1 de enero de 2025 supondrá un incumplimiento susceptible de sanción”. No para ti, obvio, sino para el establecimiento. Es de esas cosas que mucha gente piensa vaya tontería, si hay cosas mucho más contaminantes y que hacen menos bien. Pero es el discurso de siempre. En realidad, es la suma de las pequeñas y las grandes cosas la que marca la diferencia. Y el universo sabe que en estos momentos de olas de calor, lluvias descontroladas y gradientes térmicos locos la necesitamos.