No es ningún misterio que nuestra sociedad mantiene una imagen hipersexualizada de las enfermeras. Una tendencia apoyada por el mundillo de la publicidad y la televisión que se materializa en disfraces de enfermera ‘sexy’, en pacientes que las desnudan con la mirada nada más verlas o en comentarios de compañeros fuera de lugar. Ahora, el sindicato de enfermería SATSE ha iniciado la campaña imagen hipersexualizada, para acabar con todas esas imágenes, comentarios y imagen hipersexualizada que no hacen más que cosificar a mujeres mientras hacen su trabajo.
"Es una reivindicación histórica, nos afecta como profesionales en primera línea”, ha recordado a El País la portavoz del sindicato, Mar Rocha. La iniciativa empezó en abril ofreciendo información, haciendo recogidas de firmas, encuestas y vídeos y teniendo una considerable actividad en las redes sociales. Una serie de actuaciones con las que no solo pretenden recordar a la sociedad que se tiene una imagen hipersexualizada de ellas, sino también que no se las tiene que tratar más como trabajadoras se segunda —el 85% de las enfermeras son mujeres—.
“Lo sufrimos todas. No solo comentarios sexistas, incómodos o denigrantes, también relacionados con una percepción nuestra como subordinadas, como si no tuviésemos autonomía o como si solo nos dedicáramos a la labor asistencial, que puede ser la principal muchas veces, pero también investigamos, tenemos labores de gestión... Somos más de lo que se muestra o se cree”, ha añadido Rocha que también es una de las mujeres que, antes de que comenzara la campaña, empezaron a combatir públicamente algunas de las actitudes sexistas que la sociedad tiene hacia ellas.
Una lucha que empezó a ser realmente visible cuando el sindicato no tuvo más opción que denunciar que en la gala de Nochebuena de RTVE aparecieran varias enfermeras ligeras de ropa con la intención de que no se volviera a repetir una escena así. Y que, en estos momentos, persiste con una reclamación a Amazon para que retire la infinidad de bolsas, mochilas, pen drives, tazas y material de escritorio donde aparecen enfermeras sexy que, más que enfermeras, parecen actrices porno.
De este modo, están recordando a la sociedad que no quieren que se las mire más como objetos. Y por otra parte, tienen una petición abierta en Change.org —le faltan solo unas 300 firmas— con la que quieren hacer un llamamiento a las autoridades para que se cree un Observatorio de la Mujer en el sector sanitario. Uno con el que pretenden que se controlen los casos de difusión de imágenes y conductas sexistas y que se actúe en consecuencia para que estas no se repitan. Solo de este modo, se podrá acabar con una imagen que no valora para nada la importante labor de estas profesionales.