Imagínatelo: estás con tu pareja y empezáis a besaros. Un beso que comienza poco a poco y que luego se convierte en lo que detectas que puede ser el start de una relación sexual. A partir de aquí ya sabes, más o menos, lo que va a suceder. Empiezas concon, sexo oral, algo de masturbación y, después, directxs a la búsqueda del orgasmo. Comienza esa presión de que sí o sí hay que llegar a este éxtasis. Si hablamos de una relación heterosexual, después solemos llegar a penetración. El slow sex busca que nos olvidemos de esta presión y de toda la estructura del sexo tal y como lo conocemos.
Realmente ya sabes lo que sientes con el sexo, diríamos, 'de toda la vida'. Ya sabes cuáles son los pasos, qué va antes o qué va después, cómo hacerlo. Es cierto que el encuentro varía muchísimo según la persona con la que te acuestes pero, por lo general, se llevan a cabo una serie de puntos inamovibles. El objetivo del slow sex es reformular el placer, ignorar los pasos aprendidos y, sobre todo, dejar las prisas de lado.
Placer siempre
Si tuviéramos que dar una definición explícita y directa de lo que significa slow sex, diríamos que literalmente se habla de un 'sexo sin prisas', de una relación sexual más consciente y que se pueda disfrutar en plenitud, explorando el cuerpo cada una de sus zonas y transformando la experiencia en algo duradero e inolvidable. Bijoux Indiscrets es una marca "dedicada al erotismo y a la sensualidad, fundada por mujeres que diseñan productos para mujeres pensando en su gusto, deseo y placer, con el objetivo de inspirarlas a vivir su sexualidad". Las fundadoras de la marca han adoptado el término de slow sex para una colección de diez productos que buscan que las prácticas sexuales sean un estado de placer sin prejuicios y, si se desea, sin fin.
Sprays para incrementar la producción de saliva, geles para masturbar y/o masajear, bálsamos para el clítoris, estimulador de pezones o aceites para la estimulación anal son algunos de los productos que aparecen dentro de la colección de la marca. Todos ellos están pensados para pasar un rato muy largo jugando, toqueteando, masajeando y explorando, a fondo, qué podemos sentir en partes de nuestro cuerpo que, casi siempre, dejamos de lado. Se puede variar el ritmo, la intensidad, la forma de tocar o el tiempo que pasáis en la cama o en donde os apetezca.
La sexóloga, escritora e investigadora francesa Valèrie Tasso explica que la duración de una relación sexual media entre los españoles es de 20 minutos aproximadamente. Esos 20 minutos son los que tarda, más o menos, el cuerpo de la mujer en excitarse. Si la relación sexual se basa en ese tiempo, cuando el sexo llega a su fin en una relación heterosexual el cuerpo de la mujer está listo para empezar. Vemos claramente que esto no está compensado, hay que dar con el equilibrio del disfrute sin objetivos, poner atención y enfoque en el proceso y no en el fin.
Rompiendo la estructura
Sexólogxs, terapeutas y muchas marcas ponen atención en el proceso de la relación sexual. Quieren que lo que hemos ido aprendiendo y absorbiendo de la pornografía vaya desapareciendo poco a poco o, al menos, quedándose en segundo plano. Para poder reformular de qué manera disfrutamos o nos movemos en el ámbito sexual hay que crear una consciencia de cómo lo hacemos en la actualidad y estar dispuestxs a cambiar o a probar. Muchas relaciones de pareja, cuando encuentran obstáculos dentro del sexo, optan por salirse de lo que practican siempre. El slow sex es una de las vías por las cuales es posible probar.
Cuando lxs expertxs aconsejan ahondar en el proceso más que en el objetivo, muchas personas se muestran dispuestas a ello pero lo cierto es que, cuando llega el momento, vuelve a suceder lo de siempre. Es importante, entonces, tener consciencia de que esto sucede y 'marcar' un día en el calendario para practicar ese sexo sin prisas, pausado, apasionante, intenso, lento y de completa exploración. Descubrirás que puedes llegar a tener sensaciones o placer a través de la estimulación de zonas que antes no habías probado.