En la precariedad NO hay felicidad (mensaje de Aristóteles)

Cuando te mueves constantemente, significa que algo te falta

Me mudo mucho, demasiado. Por un motivo u otro llevo más de 10 años sin pasar más de 12 meses en una habitación. En cuanto deshago las maletas al llegar a un sitio sé que voy a tener que volver a hacerlas dentro de poco, por cualquier cosa. Y no es que lo haga a posta, porque me encantaría decorar las paredes y ordenar los libros y crear sensación de hogar. Pero como sé que me marcharé tan pronto, a veces hasta me ha dado pereza, porque pienso que sería una pérdida de tiempo. Los primeros años me gustaba que fuese así, y creía que cambiar mucho cada poco tiempo estaba bien y era entretenido. Pero ahora me gustaría estar quieto y a gusto en un sitio, y no tener esa necesidad de marcharme cada cinco minutos, porque de alguna forma es como si no me hubiese quitado ni la mochila ni el abrigo al entrar por la puerta.

La cosa es que el nivel de movimiento de una persona es un buen síntoma de la inconformidad que mantiene con su vida, y esto es algo que se puede ver en la filosofía de Aristóteles. Siempre hay gente que no deja de marcharse, que encadena una relación con otra, que es incapaz de estar sola ni cinco minutos en casa o que va de grupo de amigos en grupo de amigos. Es como si algo estable fuese impensable, o como si nada terminase de funcionar del todo. Cualquier persona tiene alguna actitud así, y lo que quiero decir es que casi siempre es síntoma de algo. ¿Y si no cambiar las cosas fuese la principal prueba de que estás bien con tu vida?

I only wanna be a wanna be

Aristóteles fue, junto con Platón y Sócrates, el filósofo más importante de la antigua Grecia, y sentó las bases de lo que hoy llamamos empirismo. Su idea era la de que, para conocer algo, había que observarlo con nuestros sentidos, y que solo la experiencia nos aporta un conocimiento real de las cosas. Por eso tuvo un importante peso en el nacimiento y desarrollo de las ciencias físicas. De ahí que uno de sus estudios más famosos tratase sobre el movimiento de los cuerpos. Aquí habló de algo particularmente interesante: la potencia y el acto.

El ejemplo más sencillo es el de la semilla. Una semilla es una semilla en acto, puesto que ya lo está siendo, pero es también una planta en potencia, dado que puede llegar a serlo. Seguro que esto no es algo tan diferente de lo que has sentido algunas veces cuando no te has sentido del todo a gusto con tu vida o siendo quien eres. Porque, al final, siempre tiendes a convertirte en otra cosa.

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La perfección de quedarte en tu sofá

Esta distinción entre la potencia y el acto reforzaba un aspecto muy interesante en la teoría de Aristóteles: aquello que está quieto es lo que es perfecto. Sin embargo, el movimiento indicaba carencia, insuficiencia. Un ejemplo sencillo: un animal que caza lo hace porque está hambriento. Es decir: se ve obligado a moverse para cubrir una necesidad. Sin embargo, cuando tiene el estómago lleno se queda quieto, en reposo, principalmente porque no necesita nada.

Y aparece entonces una conclusión bastante extraña e interesante: estarse quieto es de los mejores indicativos que tienes de que las cosas andan bien. Cuando no piensas continuamente en pegarle una patada a todo lo que tienes y cogerte un vuelo de ida a cualquier país medio exótico, por fin estás a gusto con tu vida. Es decir: se podría decir que ya has alcanzado el acto, que tu potencia se ha resuelto, que por fin has encontrado lo que sea que estuvieses buscando.

Culo inquieto o correr hacia adelante

Esa es la gran cuestión. ¿Soy de esas personas que continuamente necesitan nuevos estímulos o simplemente estoy escapando de todo lo que no termina de encajar? Hay perfiles de Instagram en los que solo se ven fotos de esa persona por el mundo. De Tailandia a la Fontana di Trevi, y evidentemente viajar ensancha el alma y amplía las miras, y Cervantes decía que “el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”. Ahora bien, también recuerdo la sensación de volver de un viaje a donde fuese y de notar que el mundo entero se me caía encima y que prefería cualquier cosa a volver a mi día a día. Por eso una cosa es viajar, y otra escaparse.

Hay gente que cambia constantemente de ambiente y de lugares porque necesita nuevos estímulos, y los hay que lo hacen porque no saben ni por dónde encontrarse. Y, para hacerlo, hay que fijarse en la potencia interna, en el hacia dónde puede enfocarse uno. Kant decía que es más fácil encontrar algo cuando te indican por dónde mirar. Y donde hay que mirar, siempre, es hacia uno mismx.

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