Por qué tu perro podría ayudarte a superar un mal día (pero tu gato no)

El vínculo humano-canino genera una mayor sensación de bienestar que el vínculo humano-felino

"No, yo es que soy más de gatos". "Prefiero mil veces un gato porque son más independientes". "Y menos sucios". Las declaraciones parecen de lo más común pero la pregunta debería ir más allá, porque un estudio acaba de revelar que tu mascota está muy relacionada con tu nivel de felicidad. En concreto, y según la Encuesta Social General elaborada por el centro de investigación NORC de la Universidad de Chicago, que hasta un 36% de quienes viven con perros se consideran "muy felices", frente al 18% de quienes viven con gatos. Y no es casualidad. La propia encuesta revela las razones tras este fenómeno:

1. Tener perro aumenta las probabilidades de que participes en actividades físicas al aire libre en cambio tu gato te mira con profundo desdén si lo sacas a correr por el parque a las siete de la mañana.

2. Tener perro aumenta las probabilidades de que hagas nuevas amistades con las personas que viven en tu barrio. Son más sociales y se acercan a olerse el ano mientras los dueños os ponéis al día de vuestras felices existencias.

3. Tener perro está asociado con una personalidad más agradable, extrovertida y menos neurótica que tener gato. 

4. Tener perro ofrece un bálsamo en momentos de estrés. Algo que, según la encuesta, no ocurre con los gatos, ya que sus dueños no recurren con igual frecuencia a ellos en esos episodios. "Hay un amigo en mí", dicen sus ojitos caninos.

5. Los perros se dejan querer más. En concreto, la encuesta revela que el 93% de quienes tienen perro lo consideran un miembro más de la familia, cifra que cae hasta el 83% en el caso de los gatos.

6. Los vínculos humano-perro generan una mayor sensación de bienestar que los vínculos humano-gato. Probablemente porque poseen atributos emocionales más acorde a lo que buscamos nosotros. Sorry not sorry, cats.

7. Tener perro aumenta la probabilidad de casarse y tener una casa en propiedad. Más estabilidad y menos soledad que, en última instancia, suele estar relacionado con una vida más satisfactoria.

Estos resultados, lejos de ser una revolución científica, vienen a confirmar las hipótesis descubiertas en investigaciones anteriores. Este estudio de principios de año, por ejemplo, demostró que los propietarios de perros caminan alrededor de 1400 kilómetros al año, lo que supone mejor estado de salud, niveles más altos de satisfacción y niveles más bajos de estrés. Este estudio de 2016, por su parte, evidenció que quienes tienen perros registran puntuaciones más altas en todos los parámetros de bienestar en comparación con quienes tienen perros. No hay duda: los perros son LA MASCOTA.

Nosotros ya os avisamos hace unos días: los gatos reconocen sus nombres, lo que ocurre es que pasan olímpicamente de ti. Y todos sabemos lo jodido que es ser ignorados en las relaciones. Desgasta y mucho. De todas formas, que tampoco cunda el pánico antifelino ahora. Sí, los perros nos hacen más felices, pero tener gato sigue haciéndonos más feliz y menos solos que no tener ninguna mascota. Así lo prueban ya os avisamos y muchos otros estudios. Así que tenlo muy presente: el perro es el mejor amigo del humano, pero los lindos gatitos vienen justo después. No seamos demasiado injustos.