La ciencia confirma que tu gato pasa de ti

Los estudios sobre el comportamiento de los felinos sugieren que estos pueden reconocer sus apodos pero puede ser que los ignoren

Puede que pienses que tu gato o gata es únicx. Es normal. Los amantes de estos felinos opinan que sus mascotas tienen habilidades que otros animales domésticos no tienen. Entre los que aman a los perros y los que dedican todo su amor a los gatos ha existido, desde siempre, un pequeño debate sobre la inteligencia de sus mascotas. Lo que sí ha estado claro entre estos dos bandos tan diferenciados es que los perros suelen tener un comportamiento más amigable, más alegre y cercano que los gatos. Estos últimos son representados, casi siempre, por sus actitudes altivas, despectivas o más bien pasotas. Esta es una lectura general de los felinos pero no todos son así: también están los gatos amigables y mimosos

“Los gatos son tan o más inteligentes que los perros para aprender diferentes aspectos sobre el día a día. Lo que sucede es que no están interesados en que sus dueños sepan qué cosas han aprendido”, asegura John Bradshaw, biólogo de la Universidad de Bristol Reino Unido, especialista en interacciones entre humanos y animales. El experto forma parte del estudio que se publicó el pasado 4 de abril en Scientific Reportsy que ahora publica la revista Nature— que sugiere que al menos algunos gatos domésticos modernos pueden distinguir sus nombres de palabras que suenan similares. Para detectar que lo han entendido, harán un movimiento con las orejas o con su cabeza, ladeándolas.

Los científicos visitaron 11 hogares en los que convivían más de cinco gatos a la vez. Una vez en estos hogares les solicitaron a los propietarios que leyeran una lista de cuatro sustantivos en voz alta. Estas palabras eran de la misma longitud, ritmo y melodía que el nombre de algunos de los gatos. La mayoría mostraron signos muy sutiles de que estaban prestando atención sobre todo al principio, pero al tercer sustantivo leído dejaban de prestar atención. La última palabra dentro de la lista de sustantivos, era el nombre de alguno de los felinos. Más de la mitad de los gatos observados presentaron un cambio de atención al oír su nombre. Así demostraron que había un reconocimiento mayor a la hora de escuchar su nombre. Al fin y al cabo, se trataba de una palabra mucho más familiar.

Dennis Turner, director del Instituto de Etología Aplicada y Psicología Animal de Horgen Suiza, explica que los dueños “no deben sentirse decepcionados si sus gatos no responden como esperaban o si se muestran con una actitud de indiferencia ante sus palabras”. Turner asegura que estos felinos responden o no dependiendo del contexto que sea: si van a comer, por ejemplo, responderán con más atención y también dependiendo de sus sentimientos: si han sido castigados por algún motivo o si se han sentido más solos que en otras ocasiones, estarán más pasotas que cuando se sienten queridos.