Nuestro lenguaje, tal y como está configurado actualmente, nos obliga a referirnos a un grupo de quince escritoras y un escritor como los escritores. ¿Por qué? Porque según la RAE, "en español el género masculino, por ser el no marcado, puede abarcar el femenino en ciertos contextos". Un planteamiento que los colectivos feministas llevan años denunciando porque continúa dando mayor visibilidad a los hombres, especialmente en ámbitos donde la mujer permanece marginada. No obstante, Darío Villanueva, director de la RAE, acaba de tumbar nuestras esperanzas de un lenguaje más inclusivo alegando que no es necesario.
El máximo mandatario de la institución, que parece mantener una cruzada contra el lenguaje no sexista, aseguraba ayer que "no va a haber sorpresas" en el informe de lenguaje inclusivo que está preparando la RAE y que será sometido a debate y aprobación en el próximo mes de diciembre. Según Villanueva, y basándose en las cuestiones gramaticales de género abordadas en el primer capítulo del Libro de Estilo de la Lengua Española presentado este lunes, el masculino "puede emplearse para referirse a seres de ambos sexos" y "no hay razón para pensar que este género gramatical excluye a las mujeres en tales situaciones".
Por tanto, el monopolio del masculino genérico, que acentúa la invisibilización que sufren las mujeres en tantísimas disciplinas, seguirá gobernando nuestra lengua. Es como si la RAE olvidara la doble función del lenguaje: representar la realidad, sí, pero también transformarla. No en vano, la manera en la que nos expresamos moldea nuestra relación con el mundo y con otras personas. Y lo peor es que tenemos herramientas útiles en nuestra lengua para evitar este sexismo lingüístico que no contradicen las vigentes reglas gramaticales: desdoblamiento, fórmulas que engloban ambos sexos como 'profesorado' o 'personal'...
Esta resistencia a evolucionar conforme evoluciona la sociedad, y sus aspiraciones, también se ve reflejada en las recomendaciones que la RAE presentó este lunes en relación al neolenguaje tecnológico. A partir de este momento, y según la academia, deberás empezar a escribir 'pirata informático' o 'jáquer' en lugar de 'hacker', 'memoria USB' o 'lápiz de memoria' en lugar de 'pen drive' y 'wasap' en lugar de 'whatsapp'. Aunque, eso sí, la RAE según la academia ahora, solo en mensajes digitales, abreviaciones como 'tqm' te quiero mucho o el uso de varios signos para dar énfasis, tipo '¡¡¡sí!!!'. Un avance, sí, pero que no contentará a la mayoría.