No todas las monjas creen que las mujeres deban quedarse en casa a procrear o, de lo contrario, hacerse monjas. En sectores de la iglesia, el machismo empieza a quedar atrás, como en el caso de de la Red Miriam, compuesta por religiosas que se autodefinen como seguidoras de la "espiritualidad ignaciana femenina" y que ya han anunciado que este viernes se sumarán a la huelga feminista del 8M. Aunque ya lo habían dicho en varios comunicados, en un vídeo difundido el martes, las hermanas, vestidas con camisetas moradas y rodeadas de carteles reivindicativos, explican sus razones para salir a protestar.
Hablan desde distintos puntos de España, pero se refieren a la situación de las mujeres en los mismos términos: pobreza, violencia y desigualdad, pero también citan conceptos como el techo de cristal la falta de oportunidades para acceder a cargos de responsabilidad, o patriarcado en un vídeo que en pocas horas sumaba miles de reproducciones.
"Ante la situación de inferioridad que sufrimos las mujeres frente a los hombres, sufriendo toda clase de inferioridades y vejaciones, nos sumamos la huelga del 8 de marzo", explica Pura López en el vídeo que empieza con una declaración de la portavoz del movimiento Pepa Torres Pérez al grito de "¡aúpa la revolución feminista!" y con una camiseta contra "la esclavitud en el empleo doméstico". Durante toda la semana, este grupo de monjas organizará eventos en favor de la igualdad como conciertos, pregones y misas oficiadas por padres que apoyan la causa.
Este grupo de monjas lleva años organizando talleres con mujeres y su reivindicación es transversal. Como otros colectivos de la iglesia católica más dedicados a la labor social, han organizado protestas en contra del trato que reciben los habitantes de los Centros de Internamiento para Extranjeros CIE, la situación en la frontera de Melilla o en contra de los desahucios de familias que no pueden pagar la hipoteca.
Los colectivos feministas han llamado a una huelga general este viernes que insta a todas las mujeres a desatender cuidados, consumo, trabajo o educación bajo el lema "si nosotras paramos, se para el mundo". Quieren repetir, si no superar, a la del año pasado, la primera protesta coordinada a nivel español por el Día Internacional de la Mujer, en la que más de cinco millones de mujeres secundaron la huelga.
Las monjas han encontrado la suya y han pasado de la oración a la acción. Ahora nos toca a cada una de nosotras descubrir cómo queremos contribuir para derrotar la desigualdad.